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11/4/18 12:11

Aapresid busca promover la producción sustentable a través de la innovación, la ciencia y la gestión del conocimiento en red

Santiago Nocelli Pac, gerente de Prospectiva de Aapresid, repasó conceptos claves para comprender el abordaje la sustentabilidad. 

¿Qué entienden por Sustentabilidad?

“El desarrollo sustentable es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades”, esta es la definición que entra en vigencia y se consolida en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medioambiente y el Desarrollo, también conocida como la “Cumbre de la Tierra”, que se realizó del 3 al 14 de junio de 1992, en Río de Janeiro, Brasil.

¿Qué programas desarrolla Aapresid sobre Sustentabilidad?

Aapresid busca promover la producción sustentable de alimentos, fibras y energías a través de la innovación, la ciencia y la gestión del conocimiento en red; estos 3 valores se encuentran presentes en todos sus proyectos y programas. Agricultura Sustentable Certificada (ASC) es la denominación que Aapresid eligió para su nuevo desafío: el de difundir y propiciar la utilización de un sistema de gestión de calidad específico para esquemas de producción en siembra directa. La implementación de un sistema de gestión de calidad ambiental y productiva implica no sólo realizar una agricultura precisa, rentable y sustentable –como muchos productores ya vienen realizando– sino también describir y monitorear las acciones y conductas productivas de manera de poder demostrar que se va por el buen camino. La meta final es alinear los objetivos, muchas veces contrapuestos, de producir más y simultáneamente conservar –o incluso mejorar– el ambiente. El Sistema Chacras de Aapresid propone replicar un modelo de capacitación y transferencia de conocimientos horizontal, colaborativo y orientado a resultados; pero siempre teniendo en cuenta las particularidades de cada región agroecológica donde se nuclean un conjunto de productores con una serie de necesidades productivas concretas y problemas en común para encontrar juntos las soluciones alternativas posibles. De esta manera el grupo de productores, de común acuerdo, y asesorado por especialistas de universidades, el INTA y el apoyo de empresas de insumos, seleccionan los sitios donde se establece la Chacra Experimental Aapresid. La actividad de cada chacra es independiente, cada una de ellas se desarrolla según su propia potencialidad, aunque todas trabajan bajo la premisa de enfocarse en soluciones específicas a problemas concretos.

En cada chacra se llevan a cabo ensayos experimentales, análisis y la publicación de resultados, a través de distintas metodologías, lo que permite compartir la información generada y afianzar conocimientos. La REM es la primera Red de conocimiento en Malezas resistentes. Coordinada por Aapresid, suma a distintas instituciones técnicas, a los principales expertos en el área y cuenta con el apoyo de las principales empresas de tecnología fitosanitaria. Se constituye como una red de alerta y detección temprana para el estudio de los casos sospechosos, con la posterior comprobación científica de la resistencia en malezas. Además, busca difundir la problemática orientada a la prevención a través de un sitio web que resume la información generada sobre los casos estudiados y coordina acciones público-privadas para generar soluciones a las problemáticas de malezas. AAPRESID a su vez desarrolla otros programas y proyectos que contribuyen a posibilitar el cumplimiento de la misión de la institución y funcionan como puntos de apoyo y potenciamiento de los programas antes mencionados, entre ellos: la amplia red de socios que integran las Regionales, y los programas Prospectiva y Comunicación para facilitar plataformas de intercambio, difusión y acceso a la información generada y disponible.

¿Qué es la siembra directa y cuál es su aporte? ¿En qué se beneficia el suelo utilizando esta técnica con relación a los sistemas de rotación?

En el plano internacional la Siembra Directa (SD) es conocida como “agricultura de conservación”. La misma considera tres principios básicos: mínima remoción de suelo (cero labranza es el ideal), diversidad de cultivos, y cobertura permanente de suelo a través de cultivos de cobertura, cultivos o rastrojo. En todos los países del mundo al menos una pequena superficie se cultiva bajo esta modalidad, desde condiciones secas (300mm/ano Bolivia) hasta muy húmedas (2000 mm/ano en Brasil). No existe suelo, clima, ni cultivo en el mundo que no pueda llevarse adelante bajo esta tecnología. El potencial de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) para compensar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se estima en 0.3 a 1.17 Pg. C ano-1 y representa 2.7 a 10.4% de las emisiones globales de GEI. Entre estas prácticas agrícolas, la capacidad de sumidero de Carbono (C) de la SD y los sistemas de cultivo asociados para compensar las emisiones y mitigar el cambio climático ha generado un intenso debate. La contribución del sistema de SD para mitigar el cambio climático global, basado en el promedio ponderado mundial del 11 al 22% de las tierras de cultivo, es de un 24.5% a un 52.7% de las emisiones producto del cambio en el uso de la tierra.

¿Qué acciones desarrolla Aapresid para promover las Buenas Prácticas Agrícolas?

El programa emblema y a su vez paraguas del conjunto de BPAs, sin lugar a duda, se encuentra en el programa de Agricultura Sustentable Certificada (ASC). La ASC consta de dos elementos constitutivos básicos: un manual de Buenas Prácticas Agrícolas (BPAs); y el uso, medición y registro de indicadores de gestión ambiental, con foco en el recurso suelo. Aapresid es el actor que mantiene vigente y actualizado el protocolo de BPAs y la medición de indicadores, tomando de la ciencia los avances que ocurran en este sentido y que sean aplicables a campo. Sin embargo, Aapresid no certifica que tal o cual productor cumplan con los requisitos de ASC; sino que esa tarea es desarrollada por una tercera parte (entidad certificadora), lo cual le da credibilidad y transparencia al sistema. La implementación de ASC por parte del productor agropecuario, le permite acceder a mejores herramientas para una gestión agronómica profesional; a través del registro ordenado de información y el análisis de indicadores de calidad edáfica y de eficiencia. Este es el verdadero y genuino aporte para la empresa que lo adopte. En este sentido, cuentan con una herramienta que le permita aumentar la eficiencia de los sistemas productivos; habilitando un camino de mejora continua, con reducción de costos y mejora de la rentabilidad. Eso no quita que en simultáneo, al tener un proceso descripto, monitoreado y certificado el productor pueda mostrar al resto de la sociedad como son los procesos de producción de alimentos y su impacto sobre el ambiente. Se crea así la oportunidad de capturar el valor de la externalidad positiva que la ASC ejerce sobre el mismo. Este segundo escalón de agregado de valor sólo será viable en la medida que se cuente con una masa crítica de productores y hectáreas bajo el programa de ASC.

¿Cuáles consideran desde AAPRESID como Buenas Prácticas Agrícolas?

 1-No remoción / presencia de cobertura

Práctica que consiste en la ausencia continua de laboreo del suelo, con presencia de cobertura permanente vía cultivo y rastrojos. Esta práctica contribuye a:

  • Menor erosión del suelo.
  • Menor uso de combustible.
  • Menores emisiones de carbono.
  • Mayor calidad de agua.
  • Mayor actividad biológica.
  • Mayor fertilidad del suelo.
  • Mayor estabilidad de producción y rendimiento.
  • Menores costos de producción.

2-Rotación de cultivos

Alternancia de diferentes cultivos en el tiempo y en el espacio. Esta práctica presenta ventajas desde el punto de vista agronómico:

Efecto inhibitorio sobre patógenos.

  • Uso balanceado de nutrientes.
  • Mejora de las condiciones físico, químicas y biológicas del suelo.
  • También favorece la gestión empresarial, ya que permite la diversificación de los riesgos productivos.

3-Manejo integrado de plagas (MIP)

Procura optimizar el control de las malezas, enfermedades, insectos y otras plagas, reduciendo los problemas fitosanitarios a través de la aplicación de diversas tácticas, considerando factores económicos, sociales y ambientales. Esto requiere un profundo conocimiento de la biología de la plaga, así como también del medioambiente. Ya no se habla de “eliminar” una plaga sino de mantenerla debajo del nivel de dano económico. Llevar a cabo un MIP implica menor impacto ambiental y mayor eficiencia en la gestión empresarial.

4-Manejo eficiente y responsable de agroquímicos Es necesario conseguir una elevada eficiencia en la aplicación de los productos fitosanitarios en aquellos tratamientos realizados a partir de decisiones agronómicas responsables. Esto involucra:

  • Elección de producto de menor toxicidad y/o mayor selectividad (que controlan sólo las “plagas objetivo” sin afectar al resto).
  • Considerar el tiempo mínimo que debe transcurrir entre la aplicación y la cosecha.
  • Almacenar y transportar de manera segura los productos.
  • Cuidar la salud del trabajador.
  • Manejar correctamente las aguas residuales y los envases.

5-Nutrición estratégica

La incorporación de un plan racional de fertilización –que contemple no sólo la cantidad de nutrientes a aplicar, sino su uso eficiente por parte de los cultivos– en cada unidad de producción, es un desafío que deberá ser cumplido para acceder a una producción ambientalmente sustentable. La salud química del suelo debe ser mantenida o recuperada. Un buen método para evaluarla es el balance de nutrientes, considerando la estrategia de producción de manera integral. Ello hace que la realización de análisis de suelo sea de suma importancia.

6-Gestión de la información Ganadera

Cualquier actividad ganadera que se realice dentro del establecimiento deberá cumplir las pautas mínimas de trazabilidad que indica el Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA).

Las pasturas y cultivos producidos dentro del establecimiento deberán cumplir con todas las Buenas Práctica Agrícolas (BPA’s), así como también los registros e indicadores mencionados en los ítems precedentes (1 al 5). ¿Cómo surge la Liga de la Sustentabilidad y cuál considera que es su aporte? Fue la propuesta que llevamos como institución a Expoagro 2016, una invitación a productores a dar los pasos iniciales, ser parte de esta liga, unidos por la responsabilidad de producir biomasa, alimentos, fibras y energías en mayor cantidad y mejor calidad, cuidando tanto la salud humana; como así también la ambiental; con la finalidad de dar respuesta a la demanda creciente y exigencias de la humanidad. Quien esté de acuerdo y apoye estos principios encuentra en la Liga de la Sustentabilidad pares, herramientas y agendas para pasar de la idea a la acción.

Fuente: A & G.

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