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21/9/18 16:07

Aapresid Villa María analizó los datos de la campaña del maíz

Los miembros de la Regional se reunieron en el INTA local para considerar la información generada por los técnicos en la zona. Los resultados permiten conocer las respuestas de los campos frente a distintas variables.

Los miembros de la Regional Villa María de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) se reunieron en la sede del INTA local para compartir y analizar los datos finales de la campana de maíz 2017/2018, recabados en unas 6.000 hectáreas que se encuentran bajo los técnicos de la entidad. Se trata de información de alto valor, ya que expresa las respuestas concretas de campos de la región frente a las diferentes variables técnicas y productivas. 

Cabe senalar que la superficie mencionada se encuentra en un radio comprendido entre las localidades de San Antonio de Litín, Chilibroste, Bell Ville, Ballesteros, Ordonez, James Craik, Tío Pujio y Los Zorros. 

José Cuello, coordinador de la Regional, destacó que el análisis de la campana maicera permitió obtener datos “muy buenos desde los productivo y agroecológico”. 

En lo que respecta a los resultados, si bien indicó que cada lote tuvo sus particularidades, “en base a lo informado por los miembros, a grandes rasgos alrededor del 40 por ciento de la superficie sembrada fue temprana, mientras que el 60 por ciento restante involucró a maíces de segunda, aquellos que vienen después de un cultivo de invierno, y de siembras tardías”. 

Los rendimientos estuvieron claramente diferenciados por la incidencia de la sequía a medida que avanzaba la campana.

“Los maíces tempranos alcanzaron rindes que van desde los 7800 a los 12 mil kilos, con un promedio que se ubicó en torno a los 10 mil. Los de segunda o tardíos, fueron desde cero hasta situaciones  muy puntuales que, con muy buena napa, alcanzaron casi los 9 mil kilos por hectárea, con un promedio aproximado de 6400”, explicó.

Hay que destacar que los maíces de segunda o tardíos tuvieron que soportar momentos de sequía extrema. Por ese motivo los resultados alcanzados no son negativos. 

“Para el caso de la regional el promedio no es malo, aunque hubo cuestiones particulares en donde lamentablemente no se cosechó; para el costo de indiferencia que tuvimos  y los datos obtenidos teniendo en cuenta los lotes que no se cosecharon, 6400 kilos como promedio no está nada mal”, expresó.

Las 6.000 hectáreas que forman parte de la regional muestran variaciones en lo que respecta a la clasificación de suelos, ya que van desde clase 2 a 6, en una escala en donde los suelos clase 1 son los mejores. 

“El gran porcentaje son de suelos 2 y 3, mientras que un 32 por ciento aproximadamente corresponde a clase 6”, subrayó Cuello.

Red

El coordinador de la entidad indicó que, además de los datos generales sobre rendimiento del cultivo, por primera vez en algunos lotes realizaron ensayos específicos para profundizar el conocimiento y las respuestas que muestran los suelos de la región ante determinadas variables productivas.

“Como miembros de Aapresid nacional fuimos parte de la red de maíces tardíos, en donde se hicieron ensayos comparativos de rendimiento, densidad por genotipo, fertilización y sanidad. La información obtenida fue muy interesante; cada híbrido se comportó de manera distinta en lo que respecta al rendimiento”, afirmó. 

Por otra parte, en referencia a la densidad de siembra (cantidad de semillas utilizadas por hectárea) el directivo recalcó que “este ano en particular por el tema climático la tendencia fue hacia bajas densidades. En los ensayos de fertilización lamentablemente no tuvimos una respuesta estadísticamente significativa por la falta de lluvias; y en sanidad la información recabada indica que hubo respuestas positivas a las aplicaciones”.

En ese aspecto destacó, entre las enfermedades, a la Roya, que fue controlada en la mayoría de los casos con fungicidas. 

En malezas, el directivo sostuvo que en otono–invierno las más problemáticas fueron, por orden descendente, las denominadas Rama Negra, Perejilillo, Oruga y Ocucha. 

“En los meses de primavera y verano tuvimos, como malezas drivers o maleza problema, en primer lugar a Yuyo Colorado. También hubo una importante manifestación de Sorgo de Alepo, Chloris, y después estuvo el resto”, manifestó.

Cuello valoró el trabajo realizado por la importancia que supone contar con información propia a nivel regional.

“Estamos muy contentos en Aapresid Villa María por esto, ya que se trata de algo muy necesario. Siempre debíamos recurrir a redes externas y hoy por primera vez tenemos datos de nuestra zona hechos por técnicos de la región”, afirmó.

Panorama actual

Además de los resultados de la campana de maíz, también se le consultó al coordinador de Aapresid sobre la evolución del trigo, teniendo en cuenta que en los últimos meses hubo escasas precipitaciones.

“Los cultivos invernales están necesitados de agua. Si bien algunos sembrados muy tarde están terminando de macollar en estos días, los de siembra temprana empezaron a encanar. Esperamos que se hagan efectivas las lluvias que se pronostican para los próximos días y la semana que viene”, senaló. 

La necesidad de lluvias también se hace sentir en el maíz nuevo, cuya siembra comenzó recientemente. “Ya se largó la nueva campana de maíz. Algunos productores, lamentablemente, sembraron con muy bajo perfil de humedad en los suelos, esperando las lluvias. Otros, por cuestiones de manejo, aunque tenían perfil para la siembra en un porcentaje menor de hectáreas, todavía no arrancaron. En la región las siembras tempranas muchas veces se planifican desde la segunda semana de septiembre hasta los primeros días de octubre. Por lo tanto aún queda tiempo, pero esperamos las lluvias”, concluyó.

Pablo Correa.  Redacción Puntal Villa María.

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