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19/12/14 12:19

Acorralados por las malezas

“Las malezas que inquietan son…todas” es la premisa que sobrevoló la jornada “Amaranthus y otras malezas difíciles, qué hacemos?” organizada por la Regional Aapresid Laboulaye.

La Experiencia Aapresid se vive en cada rincón del país. El pasado 5 de diciembre el Grupo Regional Aapresid Laboulaye realizó una jornada bajo el titulo “Amaranthus y otras malezas difíciles, qué hacemos?” en la que se trabajó en conjunto para analizar la compleja situación que enfrenta el sistema productivo y compartir herramientas para hacerle frente.

Iniciando el encuentro, el Ing. Agr. Luis Lanfranconi (INTA Río Primero) se enfocó en analizar la problemática que padece la producción agrícola en la Provincia de Córdoba.
“Las malezas que hoy inquietan son… TODAS”, indicó. Amaranthus palmeri, Amaranthus hybridus, Cynodon hirsutus, Echinochloa colona, Eleusine indica, Sorghum halepense, Urochloa panicoides.

“El problema se agraba minuto a minuto y la tendencia no es alentadora” dijo. “Basta con ver los mapas elaborados por REM (Red de Conocimiento en Malezas Resistentes). Donde hay agricultura en Córdoba, hay malezas resistentes. Hacia el norte la Provincia, hay fuerte presencia de Sorgo de Alepo, Echinochloa hacia el Este y zonas más húmedas, Eleusine en la zona Centro y Amaranthus en la zona Centro y Sur. ¡Córdoba está en rojo!”, expresó en tono de alerta.

Respecto a tolerantes, es panorama es similar, hay presencia de Borreria verticillata, Digitaria sanguinalis, Gomphrena perennis, Gomphrena pulchella, Pappophorum caespitosum, Chloris.
“Hay gramineas, hay latifoliadas; los esfuerzos por resolverlo no alcanza, siempre caminamos detrás del problema”, expresó el especialista.

En la década del 90’ el problema de Amaranthus se resolvió con la llegada de la soja RR y el glifosato; pero, en el ano 2013, esta maleza se comporta como resistente, y además, a partir del 2005 se agregan a la lista de especies resistentes a glifosato muchas gramíneas. Al respecto, el Ingeniero opinó que este manejo, puede dejar en evidencia el uso de inhibidores de crecimiento durante los barbechos; sobre malezas de hoja ancha trabajando con dos mecanismos de acción simultáneos mientras que sobre gramíneas sólo con glifosato.
“Está mal emplear el glifosato como un graminicida absoluto, pues los graminicidas son productos complicados que argumentan atención respecto del tamano de las malezas y las condiciones ambientales para garantizar un control eficiente”.

[caption id="attachment_2226" align="alignnone" width="526"]Martin-Marzetti-y-Luis-Lanfranconni Martín Marzetti, Gerente de la REM Aapresid y Luis Lanfranconi (INTA)[/caption]

Las malezas cuestan dinero: consumen agua, consumen nutrientes, se comportan como reservorio de plagas y enfermedades, y aumentan los costos de producción; en términos generales y aunque estén puestos los números de los costos y pérdidas, el productor no toma conciencia y no actúa en consecuencia. “Hoy el agricultor está muy sujeto a la erogación de dinero, los costos en herbicidas subieron una barbaridad en los últimos anos y por eso, se está generando una gran inquietud y preocupación” explicó a los presentes.

“El desafío es replantearse el sistema: debemos salir de la tecnología de producto y enfocar en tecnología de proceso; dejar de pensar puntualmente en la maleza, y pensar en el sistema: no valerse de una receta para el control de este problema”, concluyó.

Tener un plan

Si estamos frente a una maleza resistente, la primera inquietud que debe tenerse es evitar que esa planta genere semillas. La perseverancia de la maleza está muy ligada a una exponencial capacidad para generar semillas. El objetivo principal es evitar que esa maleza deje semillas y el primer paso es PLANIFICAR, anticipar la estrategia.
Se deben tomar decisiones durante el ano respecto a las aplicaciones.

El productor suele usar siempre el mismo mecanismo de control en todos los momentos, ALS que es económico pero no sustentable. La propuesta entonces, es usar los eventos que nos permiten jugar con diferentes herbicidas para tener al menos dos mecanismos de acción para prevenir la manifestación de resistencia, los eventos son una excelente herramienta.
“Como profesionales, ya no sirve recetar desde la oficina, el paciente del Ingeniero es el lote, no el productor” apuntó Lanfranconi.

En el norte de la Provincia de Córdoba, donde la problemática es importante, se midieron los lotes afectados por malezas resistentes. En la campana 2012-2013, INTA pudo probar que de 46.200 hectáreas, hubo un 57% de lotes afectados; y durante la campana 2013-2014, de 51.700 hectáreas, el porcentaje asciende a 62,5%. “Medirlo, fue un disparador, con este dato se empezó a considerar el problema”.

CREA, también realizó un relevamiento que acompanó y confirmó los resultados obtenidos por INTA.
Trabajar en prevención es la estrategia más económica que tiene el productor.
Respecto de las malezas, puntualmente en la región sur de Córdoba, Amaranthus palmeri sin dudas representan un dolor de cabeza, y se espera que la problemática aumente porque no se deberían cosechar los lotes con Amaranthus, y el gobierno debería financiar al productor para que vuelva a sembrar porque el ingreso de la cosechadora garantiza la diseminación del problema.

El patrón de germinación de Amaranthus es prácticamente mensual, y puede superar “un millón” de plantas por hectárea; destruyendo así la hipótesis de tratar este problema con aplicación de tecnología, ni con pre-emergentes ni con post-emergentes. “De modo que es imposible permitir que se cosechen plantas de Amaranthus, y es muy difícil identificar temprano si es quitensis o palmeri, y tampoco es posible esperar para identificarlo porque se gana el lote rápidamente, hay que controlar sí o sí” explicó el especialista.

“Las cosechadoras son sembradoras de malezas” explicó el Ingeniero, y recomendó consultar un manual elaborado por técnicos del INTA para una eficiente limpieza de cosechadoras.
Descargá el manual aquí

“Hay que complementar estrategias de manejo, sumar a las tecnologías de aplicación, la limpieza de cosechadoras y la recolección manual de plantas malezas en el campo”, resumió.

Otro tema que el especialista destacó es el papel que las palomas tienen dentro de la problemática, ya que diseminan semillas por todos los lotes, se paran en alambrados, palos de luz y de ahí pasan al lote. Una paloma come 40 gramos por día de semillas y vuelan 200 kilómetros, 40 gramos representan 1000 semillas de Amaranthus.

“Debemos pensar en herramientas como el espaciamiento de los surcos y fechas de siembra estratégicas” explicó para luego compartir la experiencia de un lote en el sur de Córdoba en el que se realizó una aplicación de pre-emergentes con residualidad, sembrando soja a 26cm, generando un sombreado rápido, pudiendo así controlar Amaranthus palmeri de manera eficiente.

No hay secretos

Emplear como mínimo dos mecanismos de acción como pre-emergentes, con alta residualidad para proteger a los herbicidas que no generaron resistencia todavía en la Argentina, sumar dos mecanismos de acción en post-emergencia para tener algo más de residualidad e impactar sobre la posibilidad de generar resistencia.
La palabra que define esto es la “diversidad”. Planificar la fecha de siembra, diversificar el manejo de los cultivos, rotar cultivos, sembrar en surcos estrechos, evaluar el uso de mezclas de herbicidas; existen buenos PPO en mezclas para atacar Amaranthus que son muy interesantes.

Otro tema

Otra gran problemática, es el Sorgo. En el 2003, comienza la persistencia fuerte en el norte. Hoy, la mayor preocupación está ligada a la diseminación de la semilla. El especialista sugirió “emplear pre-emergentes para evitar la germinación, evitar que panoje la planta con post-emergentes, tratando las matas con personal de campo que emplee mochila de aplicación o directamente, quitando manualmente las plantas” y agregó: “planificar la siembra, la fecha de siembra y el grupo de soja, y como consecuencia, dejar para el final la cosecha del lote sucio para disminuir la propagación de la semilla en otros lotes”.

El rizoma, es un problema secundario. Para tratarlo, emplear mezcla de herbicidas (todos), rotar los cultivos, considerar la fecha de siembra y tratar de correrla aunque signifique algo de perdida de rendimiento para modificar el esquema de producción, y evaluar la posibilidad de trozar los rizomas con cortes verticales. “Es necesario integrar prácticas de manejo, nada va a dar resultado por sí solo”.

“Es fundamental, la limpieza de las cosechadoras y siempre trabajar con mecanismos de acción mezclados empleando los beneficios que tienen los eventos” explicó.

Y hay más

En relación a Chloris virgata, Luis Lanfranconi explicó que es una maleza tolerante con una alta producción de semillas con un poder germinativo es del 60% y muy difícil de identificar incluso dentro de las Chlorideas. A partir del 20 de octubre hasta mediados de noviembre, se genera el pico de nacimiento de esta gramínea, y puede manifestarse otro pico a fines de diciembre, además, ante presencia importante de lluvias, cuando también puede registrarse otro pico.

Si Chloris nace el 20 de octubre, el 20 de diciembre florece, es decir, su ciclo es muy corto. Esto exige una decisión rápida, porque tratar malezas encanadas no es lo ideal. Chloris no avanzada en su ciclo puede tratarse con glifosato, pero no se me puede escapar. Una gran estrategia recae en correr la fecha de siembra para tener más diversidad y posibilidad de aplicar diferentes dosis, por no tener cultivo implantado.

Para el control de la semilla se sugiere utilizar metolacloro, acetocloro, trifluralina, clomazone, imazetapir, diclosulam, mientras que para controlar plántulas hasta inicio de macollaje se puede emplear 2,5lt/ha de glifosato + sulfato de amonio 2%. Por su parte, para plantas en macollaje, recurrir a fluazifop (750cc/ha) con sulfato de amonio (2%) y haloxifop (160gr/ha).

Otro caso es del Gomphrena pulchella que se comporta como anual, produce una gran cantidad de semillas (un millón de plantas por hectárea) y tiene una alta tasa de germinación; y hoy puede decirse que se maneja bastante bien.

“Los problemas empezaban en las banquinas y con la cosechadora terminaban en el lote” indicó. El pico de germinación se da entre mediados de octubre y mediados de noviembre. Si se llega a tiempo, sabiendo cuando germina, el problema se resuelve.

Por su parte G. pulchella tiene pelos, por lo que es fundamental incluir coadyudantes en la aplicación. G. perennis, es perenne. La planta se controla pero no debe superar los 20cm. Para ello se recomienda emplear pre-emergentes, triazinas, imazetapir; cuando planta es chica (hasta 5cm) puede emplearse glifosato con sulfato de amonio y fluroxipir; y cuando la planta tiene más de 10cm. incorporar un quemante y coadyudante.

Borreria verticillata: la maleza cumple el mismo ciclo que la soja, de modo que rotar y sembrar un maíz sería una buena estrategia de control. Con la cosecha de maíz, no se levanta semilla como en soja, quedan solo los manchones. El especialista recomendó emplear los eventos que existen en maíz para garantizar el control.
Para control de la semilla, se puede emplear atrazina, metribuzin, imazetapir; el primer rebrote se puede controlar con gramoxone (2lt/ha) más aceite. Es importante saber que no hay control una vez nacida sobre el cultivo salvo en maíz HX usando glufosinato (2,5lt/ha) + MSO + sulfato de amonio, y podría incorporarse atrazina.

“El sistema está cada vez más complejo, y esto obliga a planificar: ajustar logística, comunicar, recodar donde está depositado cada evento, identificar los envases de los herbicidas para evitar errores” concluyó.
También adelantó que pronto se sumará un paquete de eventos que incluirán grandes herramientas para el control de las malezas: soja resistente a dicamba, a 2,4D, a glufosinato, a mesotrione; maíz resistente a fop; algodón resistente a glufosinato y a dicamba.

“Caminamos hacia la biotecnología, que apunta a la generación de eventos, no a la generación de herbicidas con nuevos mecanismos de acción” indicó.
Los cultivos de coberturas son una herramienta muy valiosa y se están realizando en la Universidad Católica de Córdoba ensayos con 16 cultivares de 3 especies diferentes considerando el control de malezas; tratando de buscar alelopatía.
“Rotar los cultivos, es fundamental para modificar el ciclo de las malezas. Está medido que la no rotación aumenta la problemática de malezas”.

Más tips

Otras herramientas que deben considerarse: cultivos antesesor (rastrojos), distanciamiento entre surcos, fechas de siembra, grupos de madurez ligados a la arquitectura del cultivo para generar rápido sombreado.
Sumar puntos para una estrategia integradora: conocimiento de la maleza y su ciclo, fundamentalmente los patrones de germinación-, métodos culturales, aplicaciones con diferentes mecanismos de acción, incorporación de biotecnología y cultivos de coberturas. Los herbicidas por sí solos, no funcionan, no alcanzan.

Hacia donde vamos con este pésimo manejo? Probablemente, el cuento termine con Rama Negra resistente a ALS, Sorgo de Alepo resistente a ACCasa (graminicidas), Digitaria resistente a glifosato.
“Volver a la agronomía, volver a pensar en diversidad. No podemos cambiar la biología de las malezas, nosotros tenemos que modificar el manejo”.
“Siempre las mejores decisiones generan nuevos problemas” reflexionó al término de su exposición.

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