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15/3/17 12:13

Hacer las cosas bien, y certificarlo

En el sudeste cordobés, Gabriel Pellizón, miembro de la Regional Los Surgentes-Inriville busca ajustar su planteo productivo certificando su producción. Transformar la gestión y sacar un plus en la venta de granos.

La familia Pellizón es la tercera generación de productores. Afrontando distintos periodos climáticos, políticos y productivos, se mantienen en constante crecimiento. Supieron ser productores de sistemas mixtos, pero desde hace 10 anos se dedican por completo a la agricultura. Para este proceso, el primer paso fue la diversificación, moviendo sus producciones unos 250 km desde su área actual.

También ajustaron el manejo, prestando especial atención sobre en qué parte de los eslabones productivos no se estaban haciendo las cosas bien. Pero, principalmente, haciendo lo posible para certificar la producción pensando en un desarrollo sustentable y aplicando tecnología de punta. Mientras que la producción zonal siempre rondó en  un 70% de soja, en las producciones Pellizón siempre se trato de mantener el porcentaje 50% soja- 25% maíz -25% trigo.

Pensando en alinear objetivos de producción, ambientales y sociales

La idea de certificar nace de la necesidad de ordenarnos mejor de lo que estábamos. Es un proceso largo, que a mí me llevo más de un ano. Las certificaciones de Agricultura Certificado y RTRS son durante todo el proceso, no solo el producto. Creo es un proyecto con muchísima fuerza, porque el mundo va en esta dirección” aseguró el productor en conversación con Juan Martínez Dodda en Melo junto al campo por Radio Colonia.

Si no soy rentable, no puedo ser sustentable. Me entusiasma creer que Argentina puede ser el supermercado del mundo- como afirmó en sus declaraciones el presidente Mauricio Macri-, agregando valor a nuestras cosas. Transformando harinas en alimentos, los aceites en biocombustibles y los descartes de los mismos en producción de gas” afirmó Pellizón.

Pensar en certificar es atender al crecimiento no sólo en términos de superficie, sino también apostando a la biotecnología. ¿Las claves? Capacitar, fundamental para utilizar las herramientas de manera eficiente, y  comunicar más y mejor, atendiendo las preocupaciones que abarcan todas  las aristas sociales.

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