Mientras las estimaciones totales del dano están siendo analizadas, las Regionales Aapresid ubicadas dentro de las zonas afectadas comparten información relevante y cuentan cómo se preparan para enfrentar lo que viene.

 

Dos golpes al mentón que dejaron al agro contra las cuerdas. Mientras que un temporal con abundantes precipitaciones, de hasta 600 milímetros acumulados en los últimos 30 días, provocó graves inundaciones en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, más al sur, especialmente en La Pampa, Sur de la provincia de Buenos Aires y Río Negro, la profunda sequía derivó en decenas de focos de incendios que afectaron más de un millón de hectáreas, provocando gran mortandad de animales y pérdidas millonarias.

Mientras las estimaciones totales del dano están siendo analizadas, las Regionales Aapresid ubicadas dentro de las zonas afectadas comparten información relevante y cuentan cómo se preparan para enfrentar lo que viene.

Inundaciones

En Lincoln, provincia de Buenos Aires, las lluvias hicieron estragos. “El agua se llevó todo, el suelo parece un patio recién barrido” dice Charlie Van der Straten, miembro de la Regional Lincoln de Aapresid, y uno de los productores que apuesta fuerte a Agricultura Certificada. Según Van der Straten en las zonas de Germania , Iriarte y Blaquier la situación es crítica, con perdidas del 100 % e imposibilidad de resiembras por la fecha. 

En muchos casos, los caminos están completamente anegados haciendo imposible cargar hacienda y cereal. “En mi caso tiré a la basura 13 anos de siembra directa en un campo más al oeste” dice con tristeza. “El agua me llevó todo y quedó el suelo como patio recién barrido.  Perdí pasturas, alambres y aguadas . Logré sembrar tarde y perdí superficie”.

“Más al este la situación es mejor pero, también con perdidas por llegar tarde a los tratamientos y estoy realizando la ganadería de cría bajo agua usando reservas de invierno para zafar este momento” cuenta.

En la zona de Venado Tuerto la situación es dramática. Contradiciendo todos los pronósticos climáticos, desde el 25 de Diciembre llovió sin tregua hasta el último fin de semana inclusive.

Desde la Regional Venado Tuerto de Aapresid informan que la parte sur de la región (María Teresa, Diego de Alvear, San Gregorio y Germania) es la que está con peores complicaciones, habiendo recibido entre 300 y 450 mm en muy pocos días (en casos puntuales hasta 500 mm), casi la mitad de la pluviometría promedio anual de la zona. Además, en su mayoría, fueron lluvias muy intensas y, sumado a la saturación con la que ya venían los suelos, se generaron grandes excedentes hídricos.

Hoy el panorama es muy desalentador, en ésta zona ha quedado un alto porcentaje de soja de 2° sin sembrarse y que ya no se va a sembrar, y de lo sembrado una gran superficie que recibió todas las lluvias desde su emergencia también se ha perdido. Las sojas de 1° en la zona presentan un paisaje de mosaico que va del verde oscuro (en los sectores muy altos) al amarillo, con alto porcentaje de superficie perdida totalmente y/o parcialmente, aunque por el momento es muy difícil ponerle números por la imposibilidad de llegar a los lotes y la incertidumbre de cómo seguirá el clima, pero no sería descabellado hablar de entre un 30 % de pérdidas promedio, con establecimientos donde se supera el 60 %.

En la zona aún hay una gran cantidad de caminos cortados e intransitables que dificultan las labores y recorridas; se ha producido un retraso importante en la aplicación de herbicidas, insecticidas y fungicidas en los lotes de soja y maíz. Por el momento se está aplicando casi todo con avión y en éstos últimos días aumentaron significativamente las presiones de insectos, fundamentalmente defoliadoras y del complejo de chinches por lo que las urgencias empiezan a ser mayores.

Estos últimos 4 días de altas temperaturas y demanda ambiental han colaborado en parte para la evaporación de caminos y lotes; sin embargo el problema es mucho más complejo, ya que se ven los canales con ingreso de elevados caudales que vienen de la parte Oeste hacia el Este. Dentro de todo éste panorama tan complejo, pareciera al menos por los pronósticos climáticos que las lluvias darán una tregua e impedirán que la situación se siga agravando, aunque a sabiendas de que ya técnicamente no tendremos “revanchas” con cultivos tardíos y/o de segunda, ya que se superaron los límites de fecha de siembra para la zona.

Luis Negruchi, socio de Aapresid, contó que con una situación crítica en cuanto a cultivos e infraestructura tenemos que preguntarnos si estamos a tiempo de no perderlo todo. Negruchi aseguró que depende de cada ambiente en particular: “hay muchos lugares en donde se volvió al trigo y las rotaciones con maíz, en esos lotes más altos hay cultivos muy buenos,  y algo va a compensar con el tema de rindes. Lo que está ocurriendo es que hay mucha superficie con soja de segunda, con lotes a  los cuales actualmente es imposible acceder. Entre bajo y bajo tenemos mucho barro, y con semillas recién sembradas en ese barro, es algo perdido".

Por su parte, desde la Regional Pegramino-Colón, Federico Zorza (ATR) cuenta que llovieron 100 mm y el arroyo pudo soportarlo, pero indicó que la situación es mucho peor hacia el sur de Santa Fe, más cerca de Rosario. "Hay excesos hídircos en los alrededores de Pergamino pero no es la situación más grave. Sí dentro de la Regional, las empresas que tienen campos hacia Colón, Hughes, Venado han sido mas afectados".

 

Después de varios meses sin registrar precipitaciones de consideración, la sequía comenzó a complicar al sur de la provincia de Buenos Aires y provincias como La Pampa y Río Negro. Por si esto no fuera ya de por si una complicación, comenzaron a hacerse presentes focos de incendios que se fueron multiplicando con el correr de los días, llegando a afectar, según datos oficiales, más de un millón de hectáreas, provocando importante mortandad de ganado y dejando un panorama desolador a su paso.

 

 

Dentro de la misma zona, Martín Lahitte, presidente de la Regional Mar del Plata "Juan Manuel Fangio" relató que para ellos fue "la peor cosecha en 15 anos".

En relación a la cosecha de trigo Lahitte explicó que enfrentan dos problemas bastantes complicados: "arrancamos mal el cultivo desde el principio, la helada del 17 de noviembre y la falta de lluvias durante noviembre y parte de diciembre, sumado a muchos días de calor, hicieron que un cultivo que venía mal terminara muchísimo peor".

Fundamentalmente para los lotes que están desde Balcarce para la cuenca del Salado, la helada del 17 de noviembre fue un factor importantísimo que ayudo a definir el estado, casi sin cultivo. Martín detalló que en la empresa en la que se desarrolla, tienen un promedio cercano a los 7000 kg/ha de trigo en los últimos 10 anos y que el ano pasado cosecharon 7500 kg/ha, mientras que en esta oportunidad llegan sólo a 3500 kg/ha, a pesar de estar muy fertilizados y manejarse con mucha tecnología y con las enfermedades bajo control.

Lahitte cuenta que cuando sembraron "llovió bastante seguido" y que en el "invierno fue más caluroso de lo normal y por lo tanto tuvimos menos macollaje". "Ya potencialmente teníamos menos espigas, era un cultivo que ya venía afectado, pero el golpe final lo dio la helada y la sequía de final del ciclo". 

Los datos que acerca la Regional Azul-Tandil de Aapresid muestran que para la fina, por lo general se cuentan rindes de trigo y cebada superiores al promedio. Mucha diferencia en poca distancia, según dano de las 3 heladas que hubo y que afectó 20-30% de los lotes hacia Azul, alrededor de Tandil, 10-30% hacia Juárez, 30-80% hacia Balcarce, Mar del Plata y Vidal con mas pérdida de rindes en general (40-90% de dano).

En cuanto a la gruesa, hacia Azul existe una mejor condición hídrica, mientras que en Tandil hacia Juárez, Ayacucho y Loberia ya está comprometido el rinde del girasol y de los maíces tempranos. La soja resiste aún. Por último explican que las pasturas están muy cortas o "quemadas" y hay pocas reservas confeccionadas.

Los miembros de la Regional Azul-Tandíl también destacan la despareja situación de nacimientos de la soja, su poco desarrollo y el stress hídrico que está sufriendo. "Lo único que está aguantando son los maíces tardíos, que por el momento vienen bien, pese a abarcar poca superficie en la zona" dijo Sebastián Goni, presidente de la Regional.

Ya más cerca del fuego, José María Berretta, presidente de la Regional La Pampa de Aapresid, explica que la mayoría de los incendios tuvieron foco en el oeste de la provincia donde, por lo general, son campos naturales, siendo así poco el impacto a nivel agrícola. Así y todo, uno de los campos que la Regional tienen en la zona fue alcanzado por el fuego, que fue rápidamente controlado.

Por su parte, Andrés Lauburu, de la Regional Guaminí-Carhué informó que se le quemaron 500 has (casi el 7% de la superficie total), cuando se desataron los primeros focos el 25 de diciembre. Según relató, un rayo de una tormenta eléctrica impactó un campo ubicado en Hucal, La Pampa.

Si bien Lauburu dice que mientras a él el fuego "no le afecto en gran medida" ya que no perdió animales ni estructura, y no había viviendas ni mangas cercanas, sus vecinos perdieron casi el 90% del campo.

La Regional también compartió datos suministrados por INTA Tornquist, Cuarteles de Bomberos locales y secretarios de producción. 

• Guaminí: se quemaron 250 has, de las cuales 120 eran de trigo.
• Adolfo Alsina: Se quemaron entre 2700 has y 2900 has. Si bien se sigue relevando, hasta el momento se llevan registrados más de 10.000 metros de alambrados. De las hectáreas quemadas 500 aproximadamente eran de trigo.
• Rivera: se quemaron 14500 mts. de vía lo que implica unos 29000 mts de alambrados. También se prendieron fuego una cosechadora y una casilla.
• Puan: se quemaron más de 20.000 has. Es el partido más afectado por estar lindero con la provincia de la Pampa. Se está relevando los danos en general.
• Tornquist: se quemaron 2500-2600 has aproximadamente. Se están evaluando danos.
• Los causales de estos incendios fueron: corto circuitos de cable de alta tensión, tormentas eléctricas, paso del tren y causas desconocidas.

A la fecha, si bien en zonas puntuales ha llovido algo, se registra un importante déficit hídrico. Por supuesto, "las Buenas Prácticas Agrícolas que desarrollamos como grupo nos sirven para disminuir el impacto ambiental (baja densidad, agricultura por ambientes, barbechos largos, etc.)", aseguran desde la Regional.

[caption id="attachment_15446" align="alignnone" width="606"] Una postal de las consecuencias de la sequía. Foto: José Javier Irastorza - Regional Bahía Blanca Aapresid[/caption]

 

Tratando de dar con una explicación para tal catástrofe, Lauburo explica que "un motivo pudo haber sido que el invierno pasado fue un buen ano, donde los lotes se empastaron más de los común y sobraba comida para la carga que manejan los campos de la zona en general. Esto, junto a las pocas precipitaciones, hace que se sequen y por lo tanto sean combustible para el fuego". También mencionó que es normal que se quemen los campos en esa zona, pero que este ano fue mayor porque había sido un buen ano y había mucho para quemarse.

 

Por último contó cómo recibieron valiosa ayuda de bomberos y Defensa Civil y logrando hacer contrafuego. "Las calles de La Pampa forman una cuadricula y esas calles de tierras deberían estar limpias para que funcionen como un "contrafuego" para evitar que se pase de un campo a otro. Esto es una tarea de la que Provincia debería ocuparse" reclamó. 

 

Por su parte, la Regional Pigüé de Aapresid destaca que en la zona la situación complicada se vivió cerca de la Navidad cuando se iniciaron incendios en la sierra, pero que no llegaron a afectar a los cultivos. Aun así, informan, algunos lotes puntuales de fina sí tuvieron focos de incendios que fueron controlados.

En la zona la cosecha fue buena en general, se arrebataron un poco los cultivos sobre fin de ciclo, porque hubo mucho calor, con viento fuerte y sin lluvia. Las calidades fueron variables, donde hubo buen rinde, disminuyó la calidad. La gruesa se viene recomponiendo gracias a lluvias registradas en los últimos 15 días.

 

También en la provincia de Buenos Aires, el Ing. Agr. Eduardo Mosquera, miembro de la Regional Bolivar de Aapresid, dice que si bien el promedio de lluvias estuvo distribuido alrededor de la media anual (850 mm), hubo sectores que pasaron una sequía incipiente debido a lo desparejo de las lluvias, tanto en milimitraje cómo en áreas; lo que ocasionó que los cultivos de siembra temprana como el maíz sembrado a fines de Diciembre-principios de Octubre pasaran varios días de stress por falta de agua y calor y viento que castigó a estos lotes.

"Esto se ve reflejado en acortamiento de los nudos basales que van a afectar a quienes hacen silo de planta entera (fundamentalmente tambos) por disminución de Materia Seca. Para los que destinan sus lotes a cosecha y manejaron correctamente el cultivo, aparentemente no van a tener disminución en los rindes esperados pues se observan maíces con dos y tres espigas" explicó.

Por su parte, los maíces tardíos y de segunda están en muy buen estado. Se ve una ampliación del área sembrada con girasol, los cuales al momento, en su mayoría se encuentran en estado de floración plena, y se puede observar algo de isoca medidora y chinche diminuta, pero por el momento debajo de los umbrales.

"En cuanto a Soja de primera, en general se está a pleno comenzando R1 y por el momento sin plagas inséctiles para tratar, pudiendo observarse algo de mancha marrón en hojas inferiores" dice. Al momento de la siembra se registraron algunos retrasos por falta de humedad en los lotes y momentos donde se paró de sembrar por esta causa, pero luego se terminaron  sin problemas. En soja de segunda, en general no hubo problemas con la siembra.

Mosquera agrega que "En los cultivos de invierno Trigo y Cebada tuvimos buenos rindes en general y buena calidad industrial para la cebada, si bien Agosto y Septiembre fueron bastante secos e hicieron caer el rinde en las lomas arenosas de Bolívar".

El panorama ganadero, salvo la baja de precios, se mantiene estable y pasó un momento, entre fines de Noviembre y casi todo Diciembre en que se hizo sentir la distribución de las lluvias, retrasando los rebrotes, generando momentos de ansiedad en los productores.  "Hoy estamos necesitando lluvias nuevamente" explica Mosquera.

En el caso de Santa Fe, la más golpeada por las inundaciones, se decidió la declaración de emergencia para 18 de los 19 distritos que componen la provincia.

Allí, según las estimaciones provinciales, hay más 1.200 millones de dólares en pérdidas entre granos y ganadería, y cerca de 1.200 tambos afectados por el agua.

En ese marco, decidieron declarar a la Comisión en “sesión permanente” de manera de poder viabilizar con rapidez las necesidades que puedan surgir en los distritos afectados.