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24/10/19 14:52

Nabos resistentes en el sur de Buenos Aires

En la última jornada encabezada por REM se repasaron herramientas para el manejo de crucíferas resistentes, una familia de malezas que afecta 1 millón de hectáreas en el país. 

El relevamiento realizado por REM en 2019 reveló que la superficie en Argentina afectada por nabos resistentes alcanza más de 1 millón de hectáreas. Esta familia de malezas cuenta con 5 especies que poseen resistencia a uno, dos o incluso tres herbicidas de diferentes sitios de acción, y la mayoría se concentra en la provincia de Buenos Aires.

En ese contexto, el 18 de octubre REM encabezó una jornada junto a la Regional Tres Arroyos con el objetivo abordar la temática.

Empezando porque estas malezas pueden o no convivir en una misma zona, el correcto monitoreo y diagnóstico de cada caso resulta indispensable. El buen reconocimiento es el primer paso en este camino y es por eso que el evento contó con el especialista Ramón Gigón, quien brindó toda la información al respecto.

Al estado de plántula, Raphanus sativus (nabón) se distingue por sus cotiledones cordiformes (con forma de corazón) y más grandes que los del resto de las crucíferas. Además posee algo de pilosidad y un color de follaje verde violáceo.

En estado adulto, el nabón puede diferenciarse fácilmente de Brassica rapa (nabo) e Hirscfeldia incana (nabillo) por el color de su flor. Mientras que el nabón posee flor violeta, nabo y nabillo tiene flor amarilla. Para poder distinguir estas dos últimas debe tenerse en cuenta que el nabo no presenta pilosidad y posee una textura coriácea, mientras que el nabillo es muy piloso con una textura más blanda.

Todas las especies se adaptan muy bien al frio, por lo que compiten muy bien con los cultivos invernales y colonizan el lote rápidamente. Los flujos de emergencia se concentran en otono-invierno, aunque con adecuada humedad pueden extenderse hacia la primavera y verano, cuando compiten con los cultivos estivales. Además, Raphanus sativus e Hirschfeldia incana pueden comportarse como bianual, rebrotando al segundo o incluso tercer ano. Esto puede generar manchones difíciles de erradicar.

 

Ensayos de control químico para el sur de Buenos Aires.

Durante la recorrida a campo se repasaron alternativas de control químico para tres situaciones: residuales para barbecho largo de cultivos estivales, postemergentes  selectivos en el cultivo de trigo y  postemergentes para barbechos tardíos.

En el grupo de tratamientos residuales para barbecho químico largo la performance de algunos de los activos se vio influenciada por la escasa humedad. Mientras que la falta de lluvias favoreció la retención del metribuzin (FSII) y flumioxazin (PPO) en rastrojos y afectó negativamente su control, en atrazina (FSII) jugó a favor, aumentando la residualidad del producto y elevando el nivel de control.

En una segunda tanda de tratamientos se buscó simular una aplicación de postemergentes dentro del trigo sobre rosetas de entre 5 y 8 cm. Si bien la falta de agua otra vez dificultó la penetración de los productos, los mejores controles se obtuvieron con los activos del grupo de los Inhibidores del Fotosistema II (metribuzin y bentazon) en mezcla con Auxinicos (2,4D y 2,4DB). También se evidenció el sinergismo que se produce cuando se mezclan algunos activos aumentando el control logrado. Para las aplicaciones en esta etapa, la competencia que ofrece le cultivo en pie facilita el control.

El grupo de tratamientos con postemergentes para barbechos tardíos se aplicó con un gran porcentaje de plantas en floración, lo que  comúnmente se denomina rescate. La mezcla de Glufosinato + 2,4D fue la de mayor control, seguida por la de Glifosato + 2,4D, con y sin carfentrazone.

En aplicaciones de 2,4D sólo no hubo control, evidenciando la resistencia de la población. Si bien  el agregado de Paraquat a la mezcla aumentó el control, los mejores valores se lograron con el agregado de coadyuvante de calidad. Este último favoreció la penetración del activo en las plantas, que además de poseer una superficie serosa que dificulta el ingreso del producto presentaban un alto stress hídrico.

En líneas generales, el porcentaje de control por medio de tratamiento químico resultó indirectamente proporcional al tamano de la maleza. Por este motivo son importantes los controles anticipados, y en ese camino, el uso de residuales es una herramienta fundamental. Otro aspecto que reveló el ensayo fue la importancia de la buena calidad de aplicación, para lo cual los coadyuvantes son muy útiles, sobre todo en situaciones de stress hídrico.

La jornada incluyó la presentación del EcoSniper, un equipo para aplicaciones selectivas, muy útil para controlar las primeras colonizaciones de estas malezas, que aparecen en manchones que normalmente cubren menos del 1% de la superficie del lote. Además de reducir el uso de fitosanitarios, el impacto ambiental y el costo en insumos, la aplicación selectiva es clave para bajar el riesgo de aparición de nuevas resistencias.

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