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1/12/17 15:00

Soja nueva: la hora de ser inteligentes

Con EE.UU ya terminada su cosecha récord, los jugadores del mercado están empezando a mirar que es lo que pasa en el hemisferio sur.

Nos encontramos en la transición la presión norteamericana y la siembra sudamericana para ver que superficie se termina sembrando y cómo evolucionan los cultivos.De la mano de esto último, vendrán las potenciales producciones de Brasil y Argentina que en conjunto son  los mayores proveedores de soja del mundo (+160 millones). Actualmente, Brasil presenta un avance de siembra en línea con el promedio de los últimos anos y restará ver cómo evolucionan los cultivos para saber qué volumen de oferta finalmente tendremos el ano que viene. En Argentina, en cambio, el avance de siembra está retrasado.

Hasta la semana pasada, la implantación de soja era del 34% contra un 43,2% de promedio en las últimas cinco campanas. Considerando los estimados de siembra de la Bolsa de Comercio de Rosario de 18,8 millones de hectáreas, una pérdida aproximada del 3% del área (quedarían 18,2 millones de hectáreas) y un rinde de 3,1 toneladas por hectárea, considerando se repite lo de la actual campana, hablaríamos de unas 56,5 millones de toneladas nuevamente, que es cercano a lo que está estimando el USDA actualmente.

Lo que sucede es que, a medida que nos alejamos de los períodos óptimos de siembra, los potenciales rindes van disminuyendo. De momento, Chicago no está tomando de lleno este tema porque considera que la situación está lejos de ser crítica. Sin embargo, los pronósticos climáticos dan pocas precipitaciones esperadas para la zona núcleo hacia los próximos 15 días. Y adicionalmente, las probabilidades de ano nina son elevadas.

A este escenario se le suma el tema de la soja campana 2016/17 que resta por venderse unas 21,8 millones de toneladas con cuatro meses de campana comercial por delante. A este ritmo, las estimaciones privadas hablan de que se pasaría de campana entre 10-15 millones de toneladas, que si las sumamos al volumen de producción esperado, podríamos contar con cerca de 65-70 millones de toneladas. Un volumen de oferta muy significativo.

Obviamente, resta terminar de sembrar y ver cómo evolucionan los cultivos de cara al ano que viene. El partido recién comienza. Sin embargo, estar preparados implica considerar un escenario pesimista antes que subestimar las posibilidades. Por esto, podríamos pensar en un escenario en donde los problemas climáticos potenciales no aparezcan o por lo menos no afecten significativamente los cultivos. Y así, llegar a cosecha mayo 2018 con un volumen de oferta más que abundante.

En este caso, los precios tendrían más para bajar que para subir. Y desde el lado de la demanda, sabiendo que esto podría suceder, se están asegurando mercadería hacia el ano que viene pagando valores en línea con el teórico pero superando los valores actuales. Es decir, estamos con un mercado en carry. Atípico para esta altura del ano.

Por lo tanto, proponemos tomar un porcentaje de ventas aprovechando estos precios, que podrían bajar fuertemente en caso de que se confirmen dos buenas cosechas en Sudamérica. Si los cultivos fallan y la producción es menor, seguramente nos iremos a niveles de precios mayores. Pero eso es especular con que el mercado se mueva en una dirección específica. Desde BLD recomendamos cubrir una parte de las ventas a la espera de lo que pase con la siembra/cosecha y en el mejor de los casos, si los precios suben, promediaremos las ventas forwards de estos momentos cercanas a los U$S 265, con valores superiores. Pero en el caso de que los precios bajen por la presión de cosecha, habremos asegurado valores que en buena medida cierran los márgenes de rentabilidad.

Fuente: Ignacio Fernandez - BLD

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