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23/1/15 16:53

Volviendo sobre nuestras huellas

En enero-febrero de 1974 vio al luz uno de los primeros ensayos sobre el sistema de Siembra Directa en Argentina

Repasar nuestra historia y redescubrir el camino recorrido es un sano ejercicio que debemos practicar, más aún cuando a partir de lo aprendido seguimos proyectándonos al futuro.

Hoy, a 41 anos de una de las primeras publicaciones sobre ensayos técnicos sobre Siembra Directa en Argentina, compartimos un documento histórico relacionado a aquellos embrionarios cambios en la maquinara que acompanaron la revolución de relacionarlos con nuestros suelos.

Dicha publicación de la pluma del Dr. Marcelo Fagioli, técnico de la EERA (INTA) Anguil, recopiló por primera vez información de una década de experiencias a campo, plasmando en esas páginas la visión y el esfuerzo por desarrollar este sistema, que si bien una novedad por aquellos anos, es hoy implementado en el 92% de la superficie agrícola de nuestro país.

 “Sistemas de labranza para el cultivo del maíz, en la región de Pergamino, provincia de Buenos Aires”. Marcelo Fagioli - Dr. en Ciencias Agrarias, Técnico de la EERA Anguil, INTA, prov. de La Pampa.

"Desde los primeros anos del presente siglo fue preocupación constante de muchos investigadores el estudio de los problemas de erosión y desgaste físico de los suelos. Estos problemas se presentan particularmente con los métodos de labranza comúnmente usados en cultivos de escarda.
Una solución que pareció evidente fue la de reducir a un mínimo los trabajos del suelo y dejar la superficie del mismo cubierta con residuos vegetales. La aplicación práctica de estos principios no fue siempre fácil. Se presentaron problemas de nuevas maquinarias y manejo de la cubierta vegetal muerta.

Lo complejo de los métodos que tienen en cuenta estos principios son designados como “labranza mínima”, pero con este término se comprenden prácticas a veces muy diferentes entre sí.

[caption id="attachment_10390" align="alignnone" width="349"]Dr. Marcelo Fagioli, pionero en experiencias de SD en Argentina, junto al Ing. Jorge Romagnoli, Presidente de AAPRESID. Dr. Marcelo Fagioli, pionero en experiencias de SD en Argentina, junto al Ing. Jorge Romagnoli, Presidente de AAPRESID.[/caption]

Como labranza mínima se indica la práctica de hacer todos los trabajos normales de una sola vez: arada, disqueada, siembra, rastreada, etc., con herramientas colocadas una detrás de otra, para reducir el número de veces que el tractor entra en el campo.

Labranza mínima se denomina también a la práctica de arar y sembrar en las huellas dejadas por las ruedas del tractor al momento de la siembra. La rueda rompe los cascotes más gruesos en una franja donde se obtiene una cama de siembra suficiente para una buena germinación. Este sistema ayuda en la lucha contra la erosión y facilita la infiltración de las lluvias sin crear mayores problemas en el cultivo del maíz.

Como labranza mínima con cubierta vegetal muerta se indican sistemas de manejo del suelo y de los residuos vegetales que no causan inversión de la capa de tierra superficial.

Generalmente se usan herramientas tipo “pie de pato” o discos capaces de mover el suelo a suficiente profundidad.

Recientemente apareció en la bibliografía el término “labranza cero”. Los progresos logrados en el uso de los herbicidas hacen posible el control selectivo de la vegetación. Así algunas plantas pueden ser cultivadas satisfactoriamente sin manipulación física del suelo.

Como discusión de los resultados obtenidos expuso: “El ensayo considerado, en los dos anos en que fue realizado, evidenció algunas de las dificultades que se presentan en la realización práctica de cultivos de maíz con labranza cero. Algunas de estas dificultades pueden ser fácilmente superadas.

Las fallas en la germinación de la semilla, debidas a la incorporación en el surco sembrado de parte de los residuos presentes en la superficie; que causan una deficiente compactación de la tierra cerca de la semilla, pueden ser eliminadas utilizando maquinarias sembradoras modificadas capaces de dejar bien limpia la superficie del surco”.


Más páginas pioneras

En simultáneo a la publicación del artículo del. Dr. Fagioli, en abril de 1974, el ingeniero agrónomo Ricardo Baumer, comenzó a trabajar de lleno en lo que se entonces se conocía como “labranza cero”, intentando poner en marcha una empresa para su desarrollo.

Fue así que llevó adelante un punado de emprendimientos en Pergamino en donde se desarrollaron las primeras máquinas comerciales de siembra directa del país, con el nombre Agrocero. Por ese entonces Baumer solía identificar a su equipo bajo el nombre de cultisembradora.

Baumer reconoce en el Libro Historia de Aapresid publicado recientemente con motivo del 25 aniversario de la institución, que Aapresid e INTA fueron el “espaldarazo para la presentación de su libro sobre sembradoras”, indicando al mismo tiempo que la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa fue un marco rector para el productor agropecuario, uniendo a especialistas en manejo, control de malezas, nutrición, etc. permitiendo un avance tecnológico y una adopción masiva de la Siembra Directa en todo el país.

[caption id="attachment_10391" align="alignnone" width="392"]huellas 2 Ricardo Baumer, ingeniero agrónomo recibido en 1972, apostó por la Siembra Directa.[/caption]

Puertas adentro de la institución, Nicolas Milatich, considerado uno de los Pioneros en Siembra Directa, realizó importantes aportes en la maquinaria agrícola. Durante la década del 80, Milatich sembró su primer lote con el tradicional sistema cuchilla-patín y obtuvo tal buen rendimiento que fue motivo suficiente para que continuara seguir con subsecuentes experiencias.

Ya en 1988 se decidió por aplicar en su establecimiento Siembra Directa permanente con rotaciones. El rendimiento inesperado que logró en la campana lo llevó a modificar una sembradora, convirtiéndose ésta en la primera sembradora a 35 cm. entre líneas y grano x grano del país. Al poco tiempo, la misma fue transformada y mejorada junto a su hermano, dando nacimiento así a la sembradora de 9 surcos.

[caption id="attachment_10394" align="alignnone" width="411"]Nicolas Milatich, ingeniero agrónomo y uno de los Pioneros en la Siembra Directa y de Aapresid, junto a Pilu Giraudo durante la presentación del Nicolas Milatich,  uno de los Pioneros en la SD y Aapresid, junto a Pilu Giraudo durante la presentación del libro 25 aniversario.[/caption]

Ya hace cuatro décadas de aquel trabajo en donde el Dr. Fagioli concluía que “cada vez que se intenta introducir una nueva práctica de cultivo en una región, se presentan numerosos y complejos problemas”.

Hoy en día desde Aapresid hemos confirmado, que a pesar de las dificultades, muchas veces la solución es la innovación.

Fuente
https://www.aapresid.org.ar/blog/revista-institucional-no-76/

http://www.nuevoabcrural.com.ar/vertext.php?id=926

Libro Historia Aapresid. 2014.

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