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21/12/15 16:16

Anotale varios porotos a los OGM

Sustentabilidad y beneficios ambientales de los cultivos transgénicos.

Actualmente la agricultura enfrenta el gran desafío de mejorar la seguridad alimentaria de los 7 mil millones de habitantes del planeta, y además, lograr alimentar a los más de 9,6 mil millones de personas que pisarán la Tierra en 2050. Según la FAO esto demandará aumentar el suministro alimentario en al menos un 70%.

Sin embargo, debemos conjugar lo anterior con un desarrollo sustentable que, a pesar de la sostenida pérdida de terrenos cultivables y el aumento de las consecuencias del calentamiento global, logre producir más alimentos pero al mismo tiempo reduzca el impacto al medio ambiente inherente a cualquier tipo de sistema agrícola.

Seguramente en varias ocasiones has leído en los medios de comunicación que los cultivos genéticamente modificados (GM) “son daninos para el medio ambiente”, “aumentan el uso de pesticidas”, “reducen la biodiversidad”, “merman la calidad del suelo”, entre otras cosas. Sin embargo, la realidad es totalmente opuesta, ya que los cultivos GM son una herramienta a la que no podemos renunciar para contribuir a mejorar la producción agrícola de una forma ambientalmente amigable.

Si revisamos el estudio que abarca cerca de dos décadas, “GM crops: Global socio-economic  and environmental impacts 1996-2013” , podemos observar 3 grandes beneficios ambientales asociados a los cultivos GM:

  1. Los cultivos GM resistentes a insectos han reducido el uso de pesticidas entre 1996 y 2013 en 550 millones de kilogramos. Como resultado, esto ha disminuido el impacto ambiental asociado a los fitosanitarios usados ??en la superficie sembrada con cultivos GM en un 19%.
  2. Los cultivos GM permiten una reducción significativa de emisión de gases de efecto invernadero. Esto se debe al menor uso de combustible y menor almacenamiento adicional de carbono en el suelo por reducción de la labranza. Solo en 2013, esta reducción fue de 28 mil millones de kilogramos de dióxido de carbonode la atmósfera, lo que equivale a retirar 12,4 millones de automóviles de las calles durante un ano.
  3. Entre 1996 y 2013, gracias a los cultivos GM se produjo un adicional de 274 millones de toneladas de maíz, 138 millones de toneladas de soja, 21,7 millones de toneladas de fibra de algodón, 8 millones de toneladas de canola; y solo en Estados Unidos y Canadá produjeron un extra de 760.000 toneladas de remolacha. Esto ahorró 141 millones de hectáreas en suelos adicionales, ya que se produce más con menos tierra.

Los cultivos GM resistentes a insectos (IR) han permitido reducir en promedio un 37% el uso de insecticidas, y en algunos países la cifra llega a un rango del 50 a 70%. Aparte de los beneficios económicos por concepto de ahorro, la especificidad de la proteína Bt de los cultivos IR ha posibilitado reducir el uso de insecticidas de amplio espectro, lo que se traduce en una mayor biodiversidad de insectos no plaga en los campos de cultivo GM esta mayor proliferación de insectos benéficos impacta de manera favorable en el biocontrol de plagas. En cultivos como el arroz, la variedad Bt permite una mayor biodiversidad de organismos acuáticos.

Por otro lado, los cultivos GM tolerantes a herbicidas (Ht) aparte de proporcionar un mejor control de malezas, el área más costosa de la operación agrícola, han permitido adoptar la “agricultura de conservación” o “siembra directa”.

Esto significa que en lugar de arar o labrar los campos anualmente, los agricultores dejan los residuos de la cosecha anterior, lo que reduce la erosión del suelo y mejora su calidad. Esto ha conllevado a reducir la contaminación de napas hídricas por sedimentos o nutrientes. En países como Estados Unidos y Argentina, donde se ha adoptado a gran escala los cultivos Ht, mayormente tolerantes a un herbicida de baja toxicidad como el glifosato, se ha reducido enormemente el uso de herbicidas de mayor toxicidad.

En el caso de Chile, hay un estudio del ano 2012 elaborado por la Universidad de Talca donde se arroja que aparte de los beneficios económicos que otorgaría el maíz Bt y Ht al agricultor chileno, aportaría importantes beneficios ambientales al reducir hasta 16 litros el consumo de diesel, con lo cual se dejarían de producir 42,5 Kg de CO2 por cada hectárea de maíz. Para el caso el maíz Bt y Bt+Ht presentaría una reducción de 37,6% y 40,2% de fitosanitarios respectivamente.

La reducción de pérdidas por plagas y malezas permitió aumentar la productividad, y cabe resaltar que se hubiese arrasado 141 millones de hectáreas extras de bosque, selva o territorio virgen para poder conseguir la misma producción con cultivos convencionales entre 1996 y 2013. Y hacia el futuro podría ser necesario cada vez menos terreno para cultivo gracias a los nuevos tipos de cultivos GM en etapa experimental.

Entre ellos se encuentran los cultivos GM tolerantes a sequía, salinidad o poco nitrógeno, con los que podremos sembrar en suelos actualmente no arables. Otro ejemplo es el proyecto de arroz y trigo “C4” que busca insertar genes para producir el ciclo fotosintético C4 del maíz, y así aumentar el rendimiento en un 50%. Esto ahorraría la mitad de la tierra necesaria para cultivo.

Otro beneficio importante de sustentabilidad es el ahorro de agua – recurso consumido en un 70% por la agricultura. Los cultivos Ht al reducir la necesidad de arado mejoran el perfil de humedad y retención del agua del suelo, lo que en condiciones de escasez hídrica es importante. Solo en Brasil los cultivos GM ahorraron 12 mil millones de litros agua entre 1996 y 2009, cantidad equivalente a la cobertura del abastecimiento de más de 187.000 personas en este mismo periodo.

Gracias a los cultivos transgénicos podemos producir más alimentos con menos tierra, menos agua, menos fitosanitarios, menos combustibles  y mitigando el cambio climático. No bloqueemos una herramienta esencial para la agricultura sustentable del futuro.

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