16/4/14 16:37

Con perfume de mujer

“Pilu” Giraudo asumió como presidente de Aapresid. Clarín Rural entrevistó a la primera mujer en dirigir una entidad clave del agro. Esta es su historia.

Quinta generación de productores de descendencia italiana en el país, abanderada familiar del legado femenino en el quehacer agropecuario, integrante joven en la génesis de la siembra directa en Argentina, ferviente defensora de la biotecnología y del modelo de alquiler a porcentaje, convencida de la importancia de comunicar a la sociedad la relevancia del sector en la producción de alimentos y madre de dos hijos (Víctor y Manuel).

Desde esta semana y hasta 2016, María Beatriz “Pilu” Giraudo será presidenta de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID), en reemplazo de César Belloso. Aire fresco y perfume de mujer tranqueras adentro y afuera.

“Pertenezco a la generación de Quinta generación de productores de descendencia los que, cuando llegaba el fin de semana, nos íbamos en familia al campo”, recuerda Giraudo en diálogo con Clarín Rural. Su tátarabuelo llegó desde Piamonte, en el norte de Italia, y se instaló en el centro-oeste de Santa Fe, en la zona de Zenón Pereyra y Las Petacas, donde aún la familia conserva las tierras productivas.

Su padre, Luis Felipe Giraudo, escribano pero también productor agropecuario, fue uno de los fundadores de AAPRESID y su madre, Beatriz Gaviglio, junto a tres hermanas, tomaron las riendas de los campos de su familia a los 50 anos. Legado le sobra.
Hace casi veinte anos que trabaja como consultora de establecimientos ubicados en el triángulo imaginario que une los puntos de General Levalle, Rufino y Canals, en el sudoeste santafecino y sudeste cordobés.

Actualmente, cubre una superficie de trabajo de 18.000 hectáreas, entre las 15.000 en consultoría y las 3.000 restantes (propias y alquiladas), del negocio familiar.
Aún en tiempos de encarnizada lucha por establecer los precios, tiempos y formas de pago de los alquilares, las empresas asesoradas por Giraudo y su equipo proponen arrendamientos 100% a porcentaje. 

“Aún en los peores momentos mantuvimos esta modalidad con rotaciones y fertilización estratégica gracias a la concientización de  inquilinos, propietarios y contratistas”, explicó Giraudo.

Tradicionalmente defensora de la típica rotación del “33%” de trigo, soja y maíz, la inundación de la campana 1998/99 la obligó
a cambiar. “Esa inundación marcó mi rumbo profesional, porque para recuperar los suelos luego de la inundación tuvimos que optar por una mayor intensificación, eliminando la soja de primera, y apuntando a trigo/soja-maíz en los mejores ambientes y cebada/soja-maíz o sorgo para los más complicados”, explicó.

En los últimos anos, en los que las trabas comerciales complicaron cumplir la rotación ideal, se volvió a la soja de primera, pero
incorporaron cultivos de cobertura para no perder el aporte que hacen las gramíneas (“tan importante para conservar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo”, dice) sin perder de vista la sustentabilidad económica de la empresa.
Actualmente, están evaluando incorporar vicia. “Estamos convencidos de que los cultivos de cobertura permiten retener el agua en el suelo, mejorando la porosidad, las condiciones biológicas y el ciclaje de nutrientes”, sentenció Giraudo.

Así piensa la nueva presidenta de Aapresid. Además, explica que la rotación de cultivos los ha encontrado mejor parados para lidiar con el destape de las malezas resistentes de los últimos anos. Al avance vertiginoso de rama negra en lotes de Santa Fe, se sumaron escapes de chloris, trichloris, pappophorum, eleusine y echinochloa, entre otros. Para Giraudo, mantener el suelo cubierto todo el ano y rotar principios activos es la mejor estrategia.

Desde hace algunos anos, otra de las herramientas que ha incorporado “Pilu” Giraudo es la agricultura por ambientes.
A futuro, imagina poder hacer una fertilización más estratégica y un seguimiento más preciso, “que permitiría incorporar nutrientes específicos que hoy no utilizan”, al tiempo que aspiera a “dar en el blanco preciso con las malezas”.
Entreverada desde su amanecer profesional con los pioneros de la siembra directa y, como ella misma dice, “con el espíritu Aapresid en su cuerpo”, está en alerta permanente para capturar las últimas innovaciones que le permitan sumar rendimiento y sustentabilidad.

“La biotecnología es una herramienta fundamental para producir en cantidad y calidad, colonizar nuevas zonas productivas, usar menos agroquímicos o producir granos con una determinada tipificación nutricional”, consideró Giraudo.
Los productores están convencidos de la importancia de la biotecnología, pero ese convencimiento deben poder transmitírselo a la sociedad.

“Es una picardía que haya un concepto tan erróneo de la biotecnología en la gente. Pero, sin dudas, parte de la responsabilidad la tenemos nosotros, porque también puede ser usada de manera incorrecta y eso genera  problemas de percepción y comunicación”, opinó. Este va a ser uno de los desafíos de la gestión del equipo de trabajo en la nueva comisión directiva que preside Giraudo.

Para concluir la charla con Clarín Rural, se mostró preocupada por lo que ocurrirá con las lluvias durante los próximos 60 días, porque “las empresas agropecuarias necesitan un buen resultado, dado que muchas están endeudadas y complicadas por la inflación”.
Sin embargo, cómo ocurre generación tras generación desde su tatarabuelo, no abandona la esperanza.
Es lo que lleva en la sangre. Es su legado.

Fuente: Juan I. Martínez Dodda. Especial para Clarín Rural