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Drenaje de suelos para uso agrícola

Mario Liotta brindó, en el XXIV Congreso Aapresid, conceptos generales de drenaje en suelo;  colocando especial énfasis en su experiencia sanjuanina, pero con ideas que se pueden trasladar a toda la pampa húmeda.

La función del drenaje es principalmente:

• Eliminar los excesos de agua, deprimiendo los niveles
• Mejorar la aireación de los suelos (siempre tiene que haber un equilibrio entre el espacio poroso y la cantidad de agua que hay en los mismos)
• Favorecer la exploración radicular y el acceso a los nutrientes del suelo
• Facilitar la remoción de sales y evita la resalinización de los suelos

“Todos estos procesos devuelven la productividad a tierras potencialmente fértiles que se encuentran marginadas del proceso productivo” aseguró Liotta.

¿Qué origen tienen estas aguas freáticas?

“Dependen mucho de las condiciones del suelo del clima de una región” expresó el disertante.

En zonas húmedas, surgen por un elevado régimen de precipitaciones con escurrimientos que se acumulan en las zonas más bajas,  conformando así pantanos y humedad. “En las zonas bajo riego como San Juan, Mendoza o La Rioja, las precipitaciones son muy bajas. Siempre se espera que no llueva por el bien los cultivos. Los problemas de drenaje tienen que ver con el riego y exceso de riego”, agregó el especialista. En zonas áridas, es determinante el exceso de riego no impermeabilizados. El agua en exceso produce acumulación sobre estratos arcillosos poco permeables en que los niveles ascienden y forman freáticas superficiales.

“Los riegos excesivos producen que gran parte del agua pase de la zona de la zona de raíces y se pre-cole en profundidad, hasta que encuentra alguna capa con drenaje impedido. “ El agua comienza a acumularse sobre esa “tabla” y asciende hasta un nivel que puede llegar a ser perjudicial para un cultivo. Se genera una zona saturada, y por lo tanto no hay crecimiento de las plantas.

“Lo que afecta además, a todas las zonas son acuíferos libres, que se forman sin ninguna capa arcillosa que los contenga, y pueden generar alguna problemática de freática en las zonas topográficamente más baja” afirmó Liotta. Consecuentemente, produce efectos negativos sobre el suelo como salinización, ya que “cuando se habilitan tierras para riego, por lo general son salinas.”  El primer proceso de lavado de suelos deja alojadas en profundidad dichas sales, pero ante la presencia de una freática, se produce un proceso inverso de resalinización.

Además la presencia de agua cerca dificulta:

• el manejo de las maquinarias
• intoxicación por cloruro y boro
• asfixia radicular,
• amarillamiento del follaje
• fallas en el crecimiento
• disminución de los rendimientos
• pérdidas parciales o totales de cultivos

“Por lo general los productores no se dan cuenta de la freática hasta que aparece esa sintomatología y tienen que recurrir a hacer algún tipo de estudio de drenaje simples, como chequeo con pozos las distintas zonas y ver a qué profundidad está el agua,  hasta verdaderos proyectos de drenajes” argumentó el especialista. Ejemplo de esto último, serían los estudios y proyectos de drenaje a través de fratímetros que se colocan en distintos puntos para luego ir intensificandolos: son elementos muy simples, se utilizan anualmente barrenas de suelo, generalmente construídos por tramo de un metro.

Los tipos de drenaje (a cielo abierto o entubados) pueden ser:

• Colectores o generales
• Secundarios
• Terciarios
• Parcelarios

Hay que tener en cuenta que si se realiza de en forma de drenaje entubado: se ahorrará espacio, bajo mantenimiento, elevado costo inicial, mano de obra especializada, colocación de tubería plástica corrugada especializada o tubería de PVC ranurada.

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