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8/10/13 12:46

Fitosanitarios: lo que mata es la desinformación

La clave sigue estando en comunicar y hacer llegar el mensaje de la Comunidad Agroalimentaria a todas las esferas de la sociedad.

Existe en la actualidad una gran polémica por el uso de productos fitosanitarios en la agricultura, sobre todo en los campos periurbanos. Existen sectores, que se auto denominan ambientalistas, y afirman que su uso produce danos en la salud de la gente y que deben prohibirse. Por otro lado, algunos productores y aplicadores han hecho un mal uso de los mismos, con lo cual han dado lugar a que la gente piense eso.
Esto, sumado al desconocimiento del tema en la sociedad y a prejuicios infundados de muchos activistas ha generado un ambiente conflictivo. Utilizando información que carece de rigor científico, lograron instalar un concepto erróneo en gran parte de la población, incluso ejerciendo presión sobre los municipios que, lejos de escuchar a los expertos en el tema aplicaciones, terminaron sancionando ordenanzas innecesarias y abusivas que perjudican a productores (prohibiciones en uso de fitosanitarios y fertilizantes).

Desde Cultivar nos hemos asesorado y escuchado especialistas de renombre en las cuestiones vinculadas con la relación entre fitosanitarios y salud, como lo son los doctores Manera, Gómez y Gayt. El doctor Gómez (toxicología, Hospital de Urgencias) explica que el conocimiento general de los médicos de los efectos de los productos en la salud es obsoleto y que debe actualizarse porque los productos han evolucionado y son muy distintos (menos tóxicos) a los estudiados hace 20 anos atrás. Además aseguran que muchos médicos hacen diagnósticos irresponsables y apresurados, basándose solamente en el hecho de que las personas que consultan por síntomas viven cerca de un lote en el que se usan agroquímicos.

Un claro ejemplo es el informe presentado por médicos de la cátedra de Inmunología de la UNC hecho en barrio Parque San Juan, de la ciudad de Alta Gracia, diciendo que el 51% del grupo de población analizado presenta enfermedades que podrían ser provocadas por el uso de agroquímicos. Según la doctora Gayt (toxicología, Hospital Infantil), sólo los especialistas toxicólogos pueden determinar si la causa real de una afección es un fitosanitario, ya que tienen un nivel de conocimiento en la materia que no tiene un médico de otra especialidad.

Los estudios para determinar si un grupo de población sufre los efectos de un agroquímico determinado deben respetar el protocolo establecido por la OPS (Organización Panamericana para la Salud), en el cual se considera como interactúan diversas variables que intervienen, como lo son la ubicación del lugar y su historia previa a ser habitado, exposición a la sustancia, dosis usadas, frecuencia, enfermedades previas de la gente, tipo de trabajo que realiza, posibles fuentes de contaminación en la zona, fuentes de agua, modo de vida, tipo de vivienda, higiene, alimentación, etc. Luego del proceso de investigación, el especialista tiene la obligación de informar los resultados.

Ninguno de los informes que exponen los llamados ¨médicos de los pueblos fumigados¨ (cabe decir que fumigar consiste en aplicar un producto gaseoso, la aplicación que se hace en los campos es de productos líquidos y se denomina asperjado) cumple este protocolo. Menos aún el citado ejemplo de barrio Parque San Juan. Con lo cual no existe evidencia para responsabilizar a los fitosanitarios de las afecciones que se citan. Si estas existieran, y en la magnitud mencionada, deben considerarse otras posibles causas, químicos de otras fuentes que están presentes con mayor frecuencia (las aplicaciones de fitosanitarios en un lote son 4 o 5 por anos), o en concentraciones mayores o que se ingieren involuntariamente.

Por ejemplo residuos de plásticos, gases de la combustión de los motores en el aire, restos de productos de limpieza, plaguicidas domésticos, químicos en agua y alimentos, solventes, residuos de la quema de plásticos, caucho, etc. Todos ellos tienen efectos adversos comprobados en la salud, como se menciona en el libro Una Amenaza Invisible, del doctor Fernando Manera (Asociación de Bromatología, Ambiente y Zoonosis de la Provincia de Córdoba).
Con respecto a esto último, muchos especialistas en el mundo, entre ellos Manera hablan de Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Es una enfermedad relativamente nueva, aun poco comprendida. Está producida por varias causas, que interactúan con la exposición a esta gran mezcla de químicos que existen en nuestro entorno. Se manifiesta con síntomas como bronco espasmos, dermatitis y alergia, arritmias, dificultad respiratoria, alteraciones al sistema inmune, nervioso, endocrino y digestivo (afecciones que se citan en dicho artículo como causadas por fitosanitarios). Afecta entre el 1 y el 10% de población dependiendo del lugar que se trate.

El riesgo de que una sustancia afecte a la salud está determinado por su toxicidad y la exposición del individuo a la misma. El riesgo de exposición a los fitosanitarios de las personas que habitan en zonas periurbanas es mínimo si los municipios aplican correctamente la ley provincial 9164 y se llevan a cabo las Buenas Prácticas para la aplicación de los mismos. Los productos empleados en estos lugares por ley son de banda verde, clase toxicológica IV, que tienen una toxicidad muy baja a las dosis empleadas en las aplicaciones. Por lo tanto, si existiera algún caso de intoxicación, se debe a la falta de control que permitió que existiera deriva (movimiento) del producto hacia la zona poblada.

En conclusión, se ha llegado a un conflicto innecesario por falta de responsabilidad en todos los ámbitos, desde algunos usuarios de los fitosanitarios, activistas con intereses personales y prejuicios, médicos con diagnósticos erróneos y apresurados (también influenciados por prejuicios infundados), medios de comunicación que publican información sin chequear, los municipios por sancionar ordenanzas SÓLO por razones políticas, desoyendo a los profesionales especializados y la población en general por no informarse adecuadamente antes de manifestarse. Por eso, es nuestra misión como asociación brindarle al ciudadano común información con fundamentos para que pueda sacar sus propias conclusiones. Mostrando que es posible producir de modo sustentable sin afectar la salud, que existe legislación que garantiza la misma y que sanciona a quienes hagan un mal uso de los fitosanitarios.

Por Esteban Galiano – Ing. Agrónomo M.P. 3039

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