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Herramientas fundamentales en la empresa familiar

La abogada, doctora en derecho y docente Gabriela Silvia Calcaterra explica la estructura de las empresas agropecuarias, la problemática que atenta contra el éxito  y la mejor manera de dar solución a estos problemas. 

Bajo el marco del primer día del Congreso XXII de Aapresid, Calcaterra abogada, doctora y docente de derecho, dio inicio al taller exponiendo la estructura de la empresa familiar.

Las empresas familiares están compuestas por la propiedad, la empresa y la familia. Aseguró que la familia es lo que motiva al empresario, el empresario se esfuerza por la familia y es lo más importante que tiene a la hora de llevar a cabo su actividad.

La empresa fue el segundo punto a analizar, como bien sabemos la empresa es una unidad económica, las agropecuarias tienen la particularidad de ser a cielo abierto, lo que demanda analizar conflictos y brindar soluciones que no son los mismos que el de otras sociedades, por lo que las inquietudes son distintas.

Por último la propiedad. En empresas prestadoras de servicios, comprende las maquinarias y herramientas, lo que constituye un patrimonio de importante valor económico.

En aquellas organizaciones donde se explota campos propios, el patrimonio es de un elevado valor referencial y es fácilmente divisible.

Las empresas familiares tienen alto grado de mortabilidad.

Ese índice de mortabilidad no motiva la incorporación de nuevas generaciones. Comúnmente se observa falta de profesionalidad, de organización y de reglas claras, convirtiéndose en las principales causas que atentan contra el crecimiento de la empresa familiar.

Calcaterra sin embargo dio un mensaje positivo, y aseguró que cada vez son más las empresas que afrontan la elaboración y construcción de reglas, y la utilización de instrumentos que permiten organizarse como lo hacen otras empresas, permitiendo así explotar sus fortalezas.

Se debe tener en cuenta que la organización se funda en la 1ra generación, se desarrollan en la 2da y se funden en la 3ra.

Durante la etapa de consolidación y desarrollo, es el momento donde se incorpora la 2da generación, la  misma coincide con un momento de la vida de los padres y un momento de la vida de la empresa. Los hijos son estimulados por la idea de pertenecer a una familia empresarial, y es en este punto donde surgen nuevos problemas, los roles se dan de forma “casera” y surgen problemas de finanzas, a causa de pautas no claras y de un crecimiento espontáneo, lo que lleva a una crisis por falta de sistematización.

El crecimiento de la familia impulsa a la necesidad de “tips” para comunicarse.

Entre alguna de las problemáticas que la abogada vislumbra y cree que deben ser analizadas entre los miembros de la empresa familiar son:

-          El caso de los familiares políticos. La inclusión de familiares políticos.

-          La inclusión de las mujeres a la empresa.  Las mujeres son quienes tienen en la actualidad un enorme protagonismo y son un factor de crecimiento en las empresas.

-          El descanso. Antes el empresario trabajaba durante anos y en la actualidad deciden hacerlo hasta cierta edad, para luego dar paso a los hijos, de esta manera se aseguran un tiempo de descanso que les permite disfrutar del esfuerzo realizado.

-          Otro es el gran patrimonio y su división. Muchas veces las vicisitudes de la vida, lleva a que cada uno pida su parte del patrimonio. Este punto que por más doloroso que sea de enfrentar a veces es muy importante, ya que muchas veces quien está afuera de la empresa no entiende cómo funciona desde adentro.

Calcaterra asegura que estos conflictos son muy comunes y que existen soluciones dependiendo del tipo de empresa. Por ejemplo:

-          Cuando es una empresa individual debería plantearse un condominio de convivencia entre los hijos.

-          Cuando es una sociedad de hecho, es importante el asesoramiento de los riesgos que tienen dichas sociedades (que desde el punto de vista jurídico es una bomba de tiempo), por lo que habría que pensar en regularizarlas.

-          Cuando es una Sociedad Civil, SRL o SA, realizar un contrato será un paso previo para la organización de la empresa.

El contrato para todo tipo de empresa debe estar a mano, debe leerse y debe estar en constante cambio, incorporando nuevas cláusulas que permitan prever conflictos que pueden generarse por retiro del personal o de algún familiar, por muerte, por incorporación de herederos, por incorporación de familiares políticos, la forma de pago de quienes se retiran de la empresa, entre otros.

En la actualidad se da solución a los conflictos que surgen dentro de las empresas familiares con la constitución de un Protocolo.

¿Qué es un Protocolo?

Es una herramienta, un instrumento que se da por escrito. Se debe tener en claro que no es una “vacuna contra la muerte de la empresa familiar”, pero nos permite transitar un proceso de comunicación y de negociación de reglas claras entre los implicados y establece pautas para prevenir conflictos entre las futuras generaciones.

Son cláusulas sin valor jurídico.

El mismo contiene normas de tres tipos:

Pactos de caballero: Donde por ejemplo se acuerda el reconocimiento al fundador.

Jurídicas: Donde se determinan por ejemplo, las mayorías necesarias para tomar decisiones.

Normas que generan la obligación de hacer: Por ejemplo acuerdos donde se pacta que los hijos deben realizar fideicomisos con sus esposas, por lo que los nietos pueden administrar o ser parte de la empresa, entre otras).

 ¿Cómo se elabora?

Se realiza con esfuerzo, es casi imposible pensar que puede contratarse a alguien para escribir el protocolo de nuestra firma. Debe elaborarse reuniendo las distintas partes que conforman la empresa.

¿Para qué sirve?

Sirve para tener reglas claras. Si ya está constituido debe cumplirse, y ser transmitido a hijos, nietos, incluso empleados.

En el protocolo se hace un diagnóstico de cuáles son los temas que preocupan a la familia y a la empresa, y se hace una agenda de trabajo que de solución a esos puntos.

Calcaterra vislumbra que es muy común observar en el estudio jurídico que detrás de una sociedad se ve una familia en conflicto, y asegura que el perfil del empresario agropecuario no es el de una persona que quiere pelear, sino que acuden porque son familias que quieren hablar de los problemas y no encuentran solución. Por eso recomienda asegurar la armonía familiar y preservar nuestra empresa agropecuaria para las futuras generaciones.

Fuente: Análisis realizado en base al taller “Empresa familiar, los desafíos” a cargo de Calcaterra, G. en el marco del XXII Congreso de AAPRESID.