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25/8/14 10:09

La relación hombre suelo y los cambios de la humanidad

Es tiempo de debatir hacia adonde queremos ir. La evolución de la agricultura mundial con el paso del tiempo. La aparición del pool de siembra, el crecimiento de la población y el cambio en la ruralidad.

Autor: Eugenio F. Corradini, Ing. Agr. MS

En el desarrollo del hombre sobre la tierra, podrá observarse que los grandes cambios de la humanidad se dan cuando la relación hombre/suelo se ha modificado, así el género humano se desarrolló lentamente como cultura extractiva de los bienes de la naturaleza, hasta que el hombre domino a las plantas y transformo la cultura cazadora y nómada, con el consecuente desarrollo del canibalismo, en una cultura sedentaria, posteriormente la revolución industrial acompanada de la revolución agropecuaria vuelve a transformar al mundo y genera la tan mentada trilogía productiva (Tierra, Capital y Trabajo) posteriormente, el avance tecnológico tiende a incorporar como un factor adicional la capacidad de administración de esos otros tres factores.

Esto se mantiene así hasta que en Europa comienzan a desarrollarse los planes de concentración parcelaria, es decir que comienza a revertirse el proceso de pulverización de la tierra, debida a la abolición del mayorazgo, y se busca volver a concentrar los predios, primero en la cabeza del titular de esas fracciones y luego con las Sociedades de Explotación.

Estos programas que se inician en Espana y más precisamente en la localidad de Badajoz luego de la segunda guerra, tienden a que las múltiples parcelas que posee un propietario se reduzcan en número en base al criterio de superficie equivalente, este cambio cultural es apoyado por el excedente militar de los jeep - remanentes de las acciones bélicas -, ellos  conjuntamente con la disponibilidad en una parcela de mayores superficies laborables, pasan a ser la base de la “tractorizacion” del agricultor, el cual ahora puede incorporar maquinaria, ya que la superficie a trabajar así lo permite.

Para concretar esta concentración, la autoridad comunal, cuando más del 51% de los propietarios estaba de acuerdo, expropiaba todos los títulos de propiedad rural, analizaba la calidad de las tierras involucradas y en función de la productividad de las mismas generaba nuevas propiedades de menor o mayor superficie que las que originalmente tenía cada propietario y le entregaba, este nuevo predio a cada uno de los participantes.

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Acciones similares se desarrollan luego en Alemania y generan posteriormente las Sociedades de Explotación, en ella se continua con el principio de integración de las superficies, pero ya no se nuclean en la menor cantidad de parcelas las múltiples tierras de un propietario, sino que estos las incorporan a una sociedad que las explotará y percibirá por ello una renta similar a la que lograba realizando el trabajo individualmente, estas sociedades serán conducidas por los más expertos y con vocación agropecuaria, con lo que mejoraran su productividad y eficiencia, lograran un ingreso por su trabajo y por la incorporación de su parcela, más un adicional en función de los mayores niveles de rentabilidad que logre el conjunto. Esta acción no solo mejora la productividad, sino que también facilita la incorporación de maquinaria de mayor tamano.

Independientemente de lo mencionado ut supra, las parcelas originalmente aportadas por sus propietarios, no serán devueltas como tales si este decide retirarlas al fin de la actividad del conjunto, sino que siguiendo los principios de los planes de concentración parcelaria, el aportante recibirá un parcela equivalente a la aportada pero en el lugar que indique la Sociedad de Explotación, ello resulta así habida cuenta que la instrumentación de mejoras productivas para el desarrollo de la actividad de la Sociedad debe concretarse en algún predio que obviamente luego no puede reintegrarse a su propietario original, el cual entonces recibe una propiedad equivalente en productividad.

Si se analiza correctamente las situaciones planteadas precedentemente puede observarse que la relación hombre/tierra ha sido nuevamente modificada y modificada sustancialmente, con las Sociedades de Explotación, el hombre comienza a tratar a la tierra como un bien de capital no como el terruno al cual estaba atado fuertemente y esto, marca un nuevo cambio en la estructura y evolución de la sociedad, de ahí que el ano pasado haya sido el primer ano en la historia del mundo que la población urbana es superior a la rural, tendencia que se incrementara en el futuro cercano y por consiguiente no solo se modifican las relaciones económicas sino también las culturales y sociales, las cuales también vienen estimuladas por un cambio fundamental en los sistemas de comunicación y conocimiento.

En este sentido, puede senalarse que el desarrollo de los pool de siembra, en el país, es congruente con la antes senalada Sociedad de Explotación, y configura su versión criolla, en ellos prevalecen los productores identificados como “los sin tierra” ya que en algunos casos son propietarios de algún predio rural, pero cuya superficie, comparada con la que explotan, es insignificante, más aun su tecnología y principios operativos se han extendido al exterior, y así vemos a “los sin tierra” expandir exitosamente, sus operaciones en el Uruguay, Brasil y Bolivia fundamentalmente.

Este fenómeno, que comenzó a darse en Argentina, en la década del 80, se expandió considerablemente hasta el 2010, cuando las modificaciones económicas respecto al valor de los arrendamientos, la mayor presión impositiva y el incremento de los costos internos determinaron una retracción en el volumen de sus operaciones, ello determino que si bien estas estructuras continuaran recibiendo capitales externos los mismos restringieron las inversiones a los países limítrofes.

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Esta acción que hubiese permitido suponer una retracción de las áreas sembradas, ya que el arrendatario dador había perdido su capacidad de producción, no se dio porque el lugar de los grandes pools se vio ocupado por productores locales que pasaron a arrendarle el campo del vecino que ahora no encontraba un pool a quien unírsele, ello si bien permitió mantener las áreas sembradas y la producción, también permitió continuar con una mala práctica ya desarrollada por los pool, el elevado valor de los arrendamientos, hecho que hoy los propietarios de la tierra no quieren contraer habida cuenta del incremento del costo de vida, pero si esta contracción no se da ello pondrá en peligro la continuidad del productor-contratista y/o arrendatario tomador ya que lesiona sus márgenes de utilidad, hoy contraídos por el incremento de costos y la reducción del precio internacional de los productos logrados.

Independientemente de ello, la tierra la proveen los propietarios de la misma, los cuales ahora pueden no participar del proceso productivo, llevándonos a una nueva reformulación de los factores de producción, que retorna a tres: TRABAJO, CAPITAL Y ADMINISTRACION, este esquema deberá ser considerado atentamente ya que de concretarse masivamente generara un nuevo y más profundo éxodo rural incrementado la concentración poblacional en las ciudades y transformando nuestra ruralidad.

¿Dejara el sector de ser un sistema de vida? ¿Qué impactos adicionales experimentara nuestro sistema productivo? ¿La tierra pasara a ser un mero soporte de las plantaciones y la actividad se transformara en hidropónica sobre el sustrato tierra?

Este último cuestionamiento se basa en la última tecnología de producción de biocombustibles, al emplear como fuente de generación, los rastrojos, transformando su celulosa en combustible, se deja de afectar la provisión de alimentos pero se modifica la incorporación de materia orgánica, ergo deberemos modificar sustancialmente nuestros sistemas productivos, hecho que no se concretara en un futuro cercano sino que se encuentra a la vuelta de la esquina.

 

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