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5/6/20 16:57

Lo que dejó el Simposio virtual de suelos del Nodo Oeste Aapresid

El 5 de junio las Regionales que conforman el Nodo Oeste Aapresid lideraron una jornada virtual dedicada al cuidado de los suelos en la región.


Foto: Mauro Rabozzi - Socio Coordinador del Nodo

 

Salud de suelos y fertilidad

El especialista de FAUBA Gervasio Pineiro inauguró la jornada con recomendaciones sobre fertilidad de suelos, materia orgánica (MO) y estrategias de nutrición. Lo primero es dejar de fertilizar plantas para fertilizar el sistema. Y acá la MO es un jugador clave ya que, a diferencia del fertilizante mineral, hace una liberación progresiva de los nutrientes, lenta y “a pedido”, es decir en respuesta ante caídas en la concentración.

Este jugador adquiere valor con las nuevas técnicas de análisis que muestran que la MO no está hecha de moléculas complejas de humus sino de dos fracciones principales: la MO particulada (MOP) y la MO asociada a minerales (MAOM). La primera esta formada por restos vegetales y tiene alta C/N (20-30). La segunda es un verdadero ‘cementerio de microrganismos’, formada por enzimas y proteínas con baja C/N (6-10) y protegida por las arcillas y limos. Así, la MOP se alimenta de residuos “carbonudos” mientras que la MAOM necesita nutrientes y actúa como una esponja: los va soltando a medida que la vamos “exprimiendo”, hasta llegar a un núcleo fuertemente retenido y difícil de liberar.  

Los microorganismos quieren una dieta balanceada, y según el residuo que le aportemos, iran sacando lo que le falta de alguna de las dos fracciones, MOP o MAOM, según lo que necesite.

Un aspecto clave para nutrir el sistema de forma balanceada es conocer la situación de partida. Pineiro recomienda no basarse en el % de MO total sino en otros dos indicadores: tamano en kg de las fracciones MOP y MAOM (comparándola con suelos prístinos) y Nan (N incubado en anaerobiosis). El segundo indicador muestra la capacidad que tiene cada fracción un suelo de poner a disposición N.

Conociendo estos indicadores: ¿en que invertir para aumentar la “caja de ahorro” de nutrientes?  Aquí Pineiro puso el foco en una serie de prácticas, la primera, aportar más raíces: “mientras de la biomasa aérea solo se humifica el 5% de la subterránea lo hace el 50%. Otra practica es aportar más biomasa total, es decir, más cultivos por ano. Esto contribuirá con otra practica clave: evitar pérdidas de nutrientes. “Un cultivo de servicio (CS) sembrado enseguida después de soja permite aprovechar los nutrientes que esta deja, al igual que sembrar un maíz lo más cerca posible del secado de un CS como vicia”. Es clave sincronizar pulsos de entrada y salida de nutrientes para evitar pérdidas y asegurar que estén disponibles cuando se los necesita. Esto depende de la calidad de biomasa (relación C/N).

Otra practica es la nutrición balanceada: no sirve aportar mucho si aporto siempre lo mismo. Conviene rotar diversidad de cultivos de grano y de servicio (CS). En el caso de los CS, las mezclas son las más balanceadas. Cabe recordar que cambios en la fecha de siembra y supresión afectan la calidad de la biomasa (C/N).

 

Líneas de investigación de la Chacra Sur de Córdoba.

A su turno, el Ing. Agr. Rodolfo Torregrosa habló de las líneas de trabajo que viene liderando la Chacra Sur de Córdoba, la más grande del Programa Sistema Chacras, con 16 empresas y una extensión de más de 1 millón de hectáreas.

El trabajo se enfocó primero en caracterizar la variabilidad edáfica, de relieve, clima y fitogeográfica para identificar subregiones sobre las que enfocar estrategias específicas. “Este fue un paso clave para detectar cuestiones no abordadas por caracterizaciones más generales como zonas con napas de buena calidad y con influencia significativa para los cultivos, así como grandes problemas de compactación entre 15-35 cm, algo inesperado para suelos arenosos como estos”, explicó Torregrosa.

En una etapa siguiente se apuntó a medir indicadores de salud de los suelos y generar una base de datos con valores de referencia. “Ahora estamos en el camino de probar estrategias de manejo mejoradoras con ensayos apuntados a maximizar la presencia de cultivos en la rotación”, concluyó.  

 

Consejo regional conservación de suelos de Rio IV

Alejandra Canale forma parte del Consejo regional conservación de suelos, una mesa de la que participan universidades, INTA, Ministerio provincial, asociaciones como Aapresid y el sector privado con el fin de asistir la toma de decisiones públicas y liderar acciones para hacer frente a problemáticas como erosión hídrica y eólica, degradación, inundaciones, etc. El consejo se divide en consorcios regionales formados por productores a los que el Ministerio facilita herramientas para la sistematización, estudios de cuenca y obras prediales.  

En Rio IV la erosión y los excedentes hídricos son los problemas más graves. En esa línea, el asesor en ordenamiento hidrológico Marcos Barbora habló del rol de la sistematización sobre la salud de suelos e infraestructura vial: “la generación de excedentes depende de las lluvias y la capacidad de infiltración de los suelos. En los últimos anos la intensidad de las lluvias y la frecuencia de eventos extremos aumentó, mientras que la capacidad de los suelos de capturar el agua decayó, en especial por la compactación”. Hoy en Rio IV el 20% de las lluvias que caen, se pierden por escurrimiento.

Además, el Consejo de Rio IV trabaja en ensayos para evaluar los CS como herramienta para hacer frente a los problemas en el Depto. Gral Roca. La Ing. Marcela Genero de INTA Huinca Renancó explicó que la simplificación del manejo, el cultivo de maní y la falta de rotaciones agravan la situación.

Ante esto, ensayos de CS como centeno muestran un aporte significativo en la reducción de la perdida de suelo, con diferencias de hasta un 300% respecto de planteos son CS.

 

Municipio Verde Aapresid

Rocío Belda del Programa AC habló de la iniciativa Municipio Verde (MV), la herramienta para lograr mayor transparencia en los procesos y actividades agropecuarias en zonas periurbanas. “MV trabaja sobre los recursos naturales y el cuidado de la población, garantizando la mejora y seguimiento de los procesos y los vínculos entre las personas”, explicó Belda.

MV se basa en un sistema de gestión para las aplicaciones periurbanas en el que intervienen el municipio y los productores. Los productores ponen en marcha el circuito dando aviso al municipio de la necesidad de realizar una aplicación. La misma debe estar fundamentada por un monitoreo previo y abalada por una receta de un profesional del agro. El municipio valida que la solicitud cumpla con los requisitos que establece la legislación y autoriza a un verificador que constate la aplicación a campo. El verificador estará presente en lote al momento de aplicar para garantizar el adecuado estado y habilitación de la maquinaria, el uso de elementos de protección personal por parte de los operarios y las condiciones ambientales: temperatura, viento, etc. Todas las etapas y actores quedan registrados a fin de transparentar el proceso. 

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