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Manejo y control de malezas: compromiso asumido por Aapresid

La importancia de mirar hacia el pasado y no cometer los mismos errores. Analizar situación, cuantificar impacto y evaluar soluciones. Martín Marzetti, comparte claves que se proyectan para el control de malezas en el país. 

En el ano 2013  se confeccionó el primer mapa REM (Red de Conocimiento en Malezas Resistentes), y en el ano 2015 se actualizó, de acuerdo a cada departamento o partido, marcando especies tolerantes y resistentes.

De esta forma, se  sellaron en que zonas hay presencia de malezas y  se alertó al productor sobre los primeros avances de estas especies en su área de interés. “Tenemos ya veintisiete biotipos de malezas resistentes en la Argentina a distintos herbicidas: glifosato, inhibidores de ALS, y graminicidas,  y cinco  biotipos con resistencia múltiple. Se calcula la aparición de cuatro biotipos resistentes nuevos por ano”  relató Martín Marzetti, gerente de REM durante una entrevista junto a AgroTV en "Resiliar", el  XXIV Congreso Aapresid.

Visión a largo plazo y estrategia.

“Con la mirada de la campana es imposible solucionar esto, si seguimos pensando en el final de la campana vamos a seguir repitiendo errores. Haciendo la plancha se incrementa el problema”  argumentó el entrevistado. Se debe evitar además, el riesgo económico que esto implica, tras el abuso de herbicidas campana tras campana. Las resistencias se producen siempre hacia los herbicidas más usados.

“Hay que diversificar los cultivos y los sistemas. Si hacemos un cultivo de 20 millones de hectáreas todos los anos es imposible, porque no hay tecnología que lo soporte. No hay ningún herbicida nuevo que pueda mantener ese sistema en equilibrio” afirmó el Marzetti.

¿Las formas para lograr resultados diferentes? Sin lugar a dudas rotación de cultivos, así como también de herbicidas y modos de acción; diferentes fechas de siembra, pasturas, monitoreos, ganadería y cultivos de cobertura. Pequenos pasos hacia un sistema más en equilibro, ante la falta de eficiencia de los herbicidas.

“Malezas vamos a tener siempre, lo que tenemos que evitar es que exploten como en los últimos anos. Hay que promover cultivos que tengan diferente fecha de siembra y  combinarlos, diversificar”. Cada práctica hace su aporte. Y los cultivos de cobertura son un gran aliado a nivel social y ambiental: “Nos ahorran aplicaciones en momentos donde puede haber deriva, se baja el uso de herbicidas al complementarlo con un cultivo de cobertura, e inclusive rolarlo evita utilizar herbicidas.”

“La sociedad nos tiene bajo la lupa, en buena hora que tengamos que repensar las prácticas, para hacerlas más responsablemente y con un menor impacto ambiental. Ya lo venimos realizando, pero siempre se puede mejorar” concluyó el ingeniero.