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8/1/10 13:51

Plagas del girasol

Las características biológicas, umbrales de dano y control de algunos insectos  que afectan el cultivo en el norte santafesino.

El girasol, uno de los cultivos oleaginosos importantes del país, es atacado por diversas plagas en diferentes etapas de su crecimiento y desarrollo. La siembra directa (SD) continúa expandiéndose y el girasol no escapa a esta realidad. La SD ofrece posibilidades de contribuir al desarrollo de un sistema agrícola sustentable, a través de un aumento de la producción en el mediano y largo plazo, mejor control de la erosión hídrica y eólica, conservación de suelo y otras ventajas. Los cambios en los sistemas de labranza convencional por el sistema de SD han favorecido el desarrollo de especies plagas. La cobertura vegetal proporciona un micro ambiente favorable para el desarrollo de algunas plagas como así también de sus enemigos naturales.


En este artículo se presentan las características biológicas de algunas de las plagas del girasol asociadas a la siembra directa en la región del norte santafesino.
Para relacionar las plagas al cultivo es necesario tener presente que el girasol atraviesa por distintas etapas durante su ciclo. Se pueden diferenciar cuatro: 1-siembra-emergencia; 2-emergencia-iniciación floral; 3-iniciación floral-floración y 4-floración- madurez fisiológica.


Desde el punto de vista de las plagas, el manejo del cultivo de girasol debe tener como objetivo principal lograr: un adecuado número de capítulos por unidad de superficie; un óptimo estado en floración y mantener dicho estado el mayor tiempo posible durante la etapa de llenado de los granos.


Plagas en etapa reproductiva
Luego de los 40 días, la planta define el número de flores y el tamano del capítulo. El número de aquenios, el peso de mil y el porcentaje de aceite son los componentes del rendimiento del girasol, y el objetivo de manejo en esta etapa debe ser brindar las condiciones óptimas para que el cultivo pueda alcanzar el rendimiento potencial, protegiendo el área foliar y los capítulos. Las plagas más importantes en esta etapa son la isoca medidora (Rachiplusia nu Guené y Pseudoplusia includens), la “mosquita del capítulo” (Melanagromyza minimoidesSpencer) y las “chinches fitófagas” (Nezara viridula L., Edessa meditabunda F. y Athaumastus haematicus Stal). En otras regiones puede tener importancia como defoliadora y por su voracidad la “gata peluda norteamericana” (Spilosoma virginica). Actualmente, se incrementan las consultas sobre “mosquita” y “chinches”, especialmente sobre la “chinche diminuta” (Nysius sp.), presente en forma generalizada en los capítulos.

La “isoca medidora”
La “isoca medidora del girasol”, Rachiplusia nu Guené (Lepidoptera: Noctuidae), se alimenta de hojas de girasol, soja, alfalfa, poroto, hortalizas, lino, ornamentales y malezas. Debe su nombre a la posición que toma cuando camina, arquea el cuerpo al cenir las patas torácicas con las abdominales, como si fuera midiendo el lugar por el que se desplaza.


La mariposa coloca en forma aislada entre 300 y 500 huevos. Se los distingue fácilmente por su forma hemisférica, su color blanco cremoso y por hallarse pegados en el envés de las hojas de girasol.


La isoca es una larva de color verde y en el dorso presenta finas franjas longitudinales verdes y blancas. En un lapso de 16 a 20 días pasa por 5 estadios y alcanza una longitud de 35 mm. Empupa sobre las hojas tejiendo un capullo sedoso y a los 10 días nace la mariposa.


Las larvas pequenas se alimentan en el envés de las hojas, consumen parénquima, dejando la epidermis superior. En estados más avanzados consumen todo el parénquima pero sin danar las nervaduras. En casos extremos se alimentan de las brácteas y del receptáculo. Ataca en estado vegetativo, con picos en estados reproductivos, en septiembre comienzan a encontrarse las primeras oviposiciones. Los primeros focos se localizan en el centro del cultivo y los danos se identifican porque respeta las nervaduras de las hojas.


Según observaciones efectuadas en Barrow (Buenos Aires) y Reconquista (Santa Fe), la plaga se ubica preferentemente en los sectores medio e inferiores de la planta (60-70%) y las restantes en el sector superior, predominando las larvas chicas (< 15 mm) sobre las larvas grandes (> 15 mm).


Tiene numerosos enemigos naturales que provocan una importante mortandad. En INTA Reconquista fue medido un 70 % de mortalidad de larvas colectadas en el cultivo y criadas en laboratorio hasta la emergencia del adulto o del agente causal de su muerte. Entre los enemigos naturales se mencionan los microorganismos que les producen enfermedades (hongo Entomophtorasp. y Nomurea rileyii, las bacterias y virus); parasitoides (himenópteros Litomastix floridanus, microhimenóptero Calcidoideo, Apanteles sp. Euplectrussp., Casinaria plusiaeBlanchard y Cotesiasp.; dípteros Rhogas sp. y Voria ayerzai Bretes y predadores, siendo los más frecuentemente el coccinélido Eriopis connexa (Germar), y el crisópido Chrysoperla externa Hagen y las chinches Geocoris sp. S. o “chinche ojuda” y la “chinche pirata” Orius insidiosus S.


El período crítico para la “isoca medidora” es 20 días antes y después de floración, teniendo mayor importancia los primeros 20 días, dado que la planta está en una etapa de crecimiento muy rápido. El período crítico para la disminución del rendimiento provocada por defoliaciones abarca desde R2 (botón floral 2) hasta R6 (fin de floración), cuando los niveles de defoliación superan el 25 % del área foliar.
Dentro de este período crítico, el estado más susceptible a los danos es aquel inmediatamente anterior a la apertura de la inflorescencia, en R3 (botón floral se encuentra a más de 2 cm de la hoja más cercana).


Una defoliación mayor al 20% en las hojas de la mitad superior de la planta incide sensiblemente bajando los rendimientos potenciales. Desde la floración (R5) a comienzo del llenado del grano (R6), la defoliación incide en menor grado pues el grano se llena por translocación de reservas y no tanto por fotosíntesis de las hojas superiores.


El área foliar está relacionada al ciclo de los cultivos, siendo más afectados los ciclos cortos, debido a que tienen menor número de hojas por planta y toleran una defoliación menor que los de ciclo largo.


La capacidad de ingesta a campo de una larva es de 40 a 60 cm2, y el 80 a 90 % de esa cantidad lo consume luego de superar los 15 mm. 
Niveles de decisión: Como herramientas para tomar una decisión correcta sería conveniente contar con información sobre: el porcentaje de dano foliar causado por insectos, el número promedio de larvas chicas (<15 mm) y grandes (>15 mm); la presencia de orugas parasitadas y de enemigos naturales.


Para hacer el muestreo conviene recorrer el lote y establecer por lo menos 5 estaciones de muestreo, en cada estación revisar al azar 10 plantas y registrar % de defoliación y contar larvas por planta. Si se encuentran larvas parasitadas, realizar un nuevo muestreo a los 3 o 4 días después.


Controlar cuando se encuentre un promedio de 8 a 10 larvas /planta o un 15 % de defoliación y presencia de larvas. En girasoles fertilizados se incrementa el área foliar y puede aceptarse mayor número de larvas. (10-15).

“Mosquita del capítulo del girasol” 
Las “mosquitas del capítulo” Melanagromyza minimoides (Diptera: Agromyzidae) comienzan a ser vistas sobre los capítulos apenas abren las brácteas del botón floral, las hembras depositan sus huevos entre los primordios de las flores tubulares. Las larvas después de emerger perforan la parte inferior de las flores o granos en formación para alimentarse de la parte interna de los mismos. También hay dano como consecuencia del desplazamiento de las larvas a través de las flores. Las larvas son de color blanco cremoso, el cuerpo es cilíndrico algo aguzado hacia la cabeza, sin patas, de unos 3,8 mm de largo por 1,1 mm de ancho. La pupa es cilíndrica, de color amarillo a castano claro, y mide unos 3 mm de largo por 1 mm de ancho. Los adultos son pequenas mosquitas, de aproximadamente unos dos mm, de coloración general negra con reflejos metálicos verdosos, los balancines son de color negro. La hembra tiene el aparato ovipositor muy alargado.


En los capítulos se observa un secado prematuro de las anteras y de las flores tubulares, que al ser retiradas queda descubierto el grano vano. Los danos se pueden confundir con fallas en la polinización, pero si efectúa un corte transversal del capítulo se observan larvas y/o pupas en los ovarios y granos en desarrollo.


Las épocas de siembra más tardía son las que registran mayores danos. Para el control químico se recomienda realizar aplicaciones preventivas al estado de botón floral, pero el uso de insecticidas seguramente tendrá consecuencias negativas sobre las poblaciones de insectos polinizadores y benéficos que regulan sus poblaciones.


La siembra de girasol en fecha oportuna contribuye a obtener mejores rendimientos, mejor calidad de aceite, y a evitar algunos problemas de plagas insectiles tales como “la polilla” y la “mosquita del capítulo del girasol” como así también de enfermedades tales como Alternaria y roya negra. Controlar las plantas voluntarias de girasol en otono contribuiría a disminuir el volumen de las poblaciones de la mosquita, al reducir su fuente de alimentación en tiempos que el cultivo no está presente.

Fuente:
Mariana Sosa y Daniela Vitti Scarel
INTA EEA Reconquista

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