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17/6/13 14:05

Barbecho: cómo dar en la tecla

La aparición de las malezas resistentes a herbicidas complicó el manejo agrícola. La Rem de Aapresid, técnicos del INTA, Casafe y de las empresas explican qué hacer para sembrar en un lote bien limpio.

Con la cosecha gruesa ya en levantada, este es el momento en el que muchos productores y asesores se enfocan en las claves para hacer un buen barbecho, que acumule agua para el cultivo que viene y mantenga a raya las malezas. En las últimas campanas, además, esta etapa del ciclo productivo se volvió central, a partir de la aparición de varios yuyos resistentes al glifosato y a otros herbicidas.
En este contexto, los técnicos de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe) advierten que para que los cultivos se desarrollen bien es esencial combatir las malezas de entrada. Además, recuerdan que el objetivo del barbecho no es sólo acumular agua; también evita la erosión del suelo, preserva la fertilidad y frena la propagación de enfermedades en vectores bióticos (los restos del cultivo anterior).

[caption id="attachment_5397" align="alignnone" width="614"]rem2013bcdet_001 Los monitoreos constantes son fundamentales[/caption]

Como criterio general, en el momento de pre-emergencia Casafe aconseja realizar una aplicación general con una combinación de herbicidas, en la que debe incluirse un producto no selectivo, como el glifosato, y otro con efecto residual (por ejemplo, el metsulfuron, pero hay varias alternativas disponibles). “De esta forma se prolonga el período de tiempo donde las malezas no están presentes”, explica la entidad.

Hace pocos días, un grupo de técnicos del INTA y de la Regional de Aapresid Los Surgentes/Inriville (del sudeste cordobés) se reunieron en el INTA Marcos Juárez (Córdoba) para debatir cómo planificar el control de las malezas durante el barbecho.
En el caso de rama negra y gomphrena, dos “yuyos” que están generando muchos problemas, Luis Lanfranconi, del INTA Río Primero, recalcó la importancia de conocer la fecha y la duración de la germinación de una “especie problema” para definir la estrategia de manejo a partir de ese eje.

“Frente a una especie de germinación concentrada podemos esperar a que germine la mayor parte y luego aplicar un tratamiento post-emergente; en cambio, en el caso de una especie de germinación prolongada se tendrán que utilizar herbicidas residuales que puedan controlar las camadas que germinen luego de la aplicación”, explicó.
En este encuentro, el técnico del INTA Lucas Remondino planteó también que hay que planificar estrategias diferentes para el barbecho de acuerdo al ambiente.

En ese marco, en las últimas semanas distintas empresas también hicieron sus aportes para el control de malezas.
La firma Red Surcos, que tiene su base en Santa Fe, está apostando a una nueva tecnología, desarrollada para herbicidas. “Consiste en disponer a los principios activos en su forma ácida, lo que otorga al producto mayor biodisponibilidad y bioeficiencia”, explicó Enrique Fernández, director de Marketing de la firma.
Y agregó que esto “permite disminuir a la mitad la dosis de ingrediente activo por hectárea, obteniendo resultados de control idénticos o superiores a los de las tecnologías tradicionales.

La firma Summit Agro también está generando alternativas para tratar la resistencia de las malezas. Una herramienta es el herbicida Sumisoya Flo, con flumioxazin como principio activo. “Lo interesante es que tiene un modo de acción completamente diferente a otros herbicidas residuales, y eso viene muy bien para evitar la resistencia”, explicó Mara Pavan, coordinadora de Desarrollo de la empresa.
Desde Roldán, en el sur de Santa Fe, la firma Spaytec Argentina apuesta a los activadores metabólicos de los cultivos para aplicar junto con glifosato u otros herbicidas en el barbecho químico. “Así, se genera una mayor velocidad de entrada del producto dentro del tejido vegetal y translocación de los activos hacia los meristemas, lo que logra un mejor quemado y control de las malezas objetivo”, aseguran los técnicos de la empresa santafesina, quienes contaron que el producto se probó en Brasil con muy buenos resultados.
En definitiva, en la Región Centro ya hay tecnologías disponible y alternativas de manejo para no abusar de una única receta, el glifosato, que comienza a mostrar síntomas de agotamiento y a perder eficiencia.

Una lista que sigue creciendo

Para que no se sumen más “yuyos” a la lista de resistentes al glifosato, la Red de Conocimiento en Malezas Resistentes (Rem) de Aapresid aconseja rotar los principios activos de los herbicidas, alternar los cultivos (lo que además es clave para la sustentabilidad ambiental y productiva), hacer barbechos tempranos y monitorear los lotes para seguir el estado de desarrollo de las malezas a controlar y complementar las aplicaciones de herbicidas con activadores y potenciadores de herbicidas. 
En la Región Centro, el principal problema es la resistencia de rama negra, por amplio margen, pero no hay que bajar la guardia con gomphrena, malva blanca y yuyo colorado, entre otras.
Con la lupa puesta en la amaranthus palmieri, una maleza que se sospecha que resiste el glifosato y a los inhibidores de ALS, el técnico Julián Oliva contó, en una reunión del INTA Marcos Juárez, que en los ensayos se obtuvieron buenos resultados con el uso de hebicidas inhibodores de PPO (sulfentrazone, flumioxazin), triazinas (atrazina, metribuzin, prometrina) y acetanilidas (acetoclor, metolaclor), todos pre-emergentes.
“El inconveniente se presenta con plantas que nacen dentro del cultivo de soja, donde las alternativas se reducen a los inhibidores de PPO selectivos, pero que sólo puede usarse cuando la maleza no tiene más de 10 centímetros de altura”, advirtió el técnico.

Las recetas desde la región

Instituciones como Aapresid, Casafe o el INTA, y empresas privadas, tienen en la mira la misma preocupación: las malezas resistentes.
Desde las companías, hay muchas nuevas opciones, algunas de las cuales se potencian desde la Región centro. Spraytec, con base en Roldán, cerca de Rosario, apuesta a los fitoestimulantes desarrollados con fosfitos, para obtener un desarrollador metabólico que acelera la acción herbicida, no requiera coadyuvantes y es compatible con todos los herbicidas. Por su parte, Red Surcos, con base en Santa Fe capital apuesta al desarrollo de las tecnologías de formulación para obtener productos más eficientes a campo.

Fuente: Clarín Rural Región Centro

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