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27/1/16 12:39

Estar a la altura del nuevo escenario requiere cambiar

Las nuevas medidas económicas del gobierno invitan a salir de aquel sistema de peligrosamente dependiente de la soja. Terreno fértil para las Buenas Prácticas Agrícolas.

Las medidas económicas implementadas por el nuevo gobierno a fines del ano pasado plantean un nuevo escenario, diferente del que se venía observando anteriormente y que empujaba a todo el sistema agrícola a una peligrosa dependencia de la soja.

Con las variables actuales en cuanto a tipo de cambio, valor de los combustibles, más la eliminación de derechos de exportación y ROE's para trigo y maíz, plantean márgenes económicos muy diferentes de los que existían el ano pasado para nuestros principales cultivos.

A la fecha el margen más alto lo arroja el cultivo de maíz, seguido por el del tandem trigo-soja (trigo como cultivo invernal y soja durante el verano), y por último el menos favorecido por las flamantes medidas, el cultivo de soja.

Para quienes siempre manifestamos una gran preocupación por la disminución en las rotaciones con gramíneas en los últimos anos, esta es una buena noticia. Recordemos que actualmente y como efecto de las anteriores políticas hacia el agro, la soja en nuestro partido de Chacabuco cubre por estos días alrededor del 90% de la superficie agrícola en consonancia con muchas otras regiones de nuestra provincia y del país.

trigo 3

Esta importante oleaginosa, dentro de un esquema equilibrado de rotación presenta numerosas ventajas para la sustentabilidad, como la incorporación natural de nitrógeno atmosférico al sistema a través de la simbiosis, o su sistema radicular pivotante; no obstante ello, la enorme incidencia del monocultivo de esta única especie es negativa para el agroecosistema por la escasa incorporación de materia orgánica, la baja relación C:N (relación Carbono:Nitrógeno) de sus rastrojos, que al ser significativamente inferior respecto de las gramíneas se degrada más rápido y deja menos cobertura; conjuntamente con el paulatino incremento de la susceptibilidad a la compactación de los suelos.

Desde la eliminación de ROE's y Derechos de Exportación el trigo y el maíz comenzaron a recuperar precios que vuelven a hacer viable sus producciones, y que proyectan su influencia en otras dos gramíneas de gran importancia también, como son la cebada y el sorgo.

Para recuperar el terreno perdido en la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas es indispensable volver a incluir gramíneas de invierno para grano o para cobertura, cuyos beneficios van más allá de los económicos exclusivamente, y aportan servicios al sistema no siempre cuantificados, como un mejor control de malezas en un contexto de lucha sin cuartel contra las resistencias a herbicidas que se vienen generando; mayor equilibrio para el agroecosistema; control de la altura de napa freática por consumo de agua que se transforma en granos y/o materia seca; aporte de materia orgánica, rotación de principios activos y sistemas radiculares, protección contra erosión hídrica y eólica y mejoramiento de la infiltración del agua en el suelo, entre otros.

Tedesco min

Respecto del maíz, es indiscutible y apasionante su cultivo para cualquier productor y/o asesor técnico, porque cada nuevo ciclo productivo implica un desafío de conocimiento y manejo; ante el nuevo contexto y con márgenes que lo justifican no debiera faltar en ningún esquema de planificación anual, por la sustentabilidad que aporta a todo el sistema, y que incluye al resto de las razones expuestas anteriormente, con la posibilidad de generar beneficios extra para la sociedad por el mayor volumen de granos que genera:

  • tanto en el corto plazo con un impacto positivo para toda la cadena, a través del incremento en el número de fletes por hectárea, de los servicios de acopio y acondicionamiento, del incremento en la venta de productos y servicios para atender ese mayor volumen granario a lo largo de toda la cadena;
  • como en el mediano-largo plazo a través del agregado de valor en origen y la creación de nuevas fuentes de empleo para nuestras localidades del interior agropecuario.

Para concluir; estar a la altura del nuevo escenario requiere cambiar, apostar a la sustentabilidad del sistema agropecuario, salir de la inercia del monocultivo e incorporar gramíneas decididamente, tanto de invierno como de verano, por más sustentabilidad!

Ing. Agr. José Luis Tedesco
Director Adjunto de Agricultura Certificada de Aapresid

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