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24/8/12 14:44

Infiltración Directa

En días en que el tema de las inundaciones generó cuestionamientos, un informe esclarecedor: la Siembra Directa no sólo no es la responsable sino que brinda ventajas en la dinámica de agua del suelo.

En investigaciones realizadas en el Instituto de Suelos del INTA- Castelar se está evaluando la Siembra Directa en diferentes ambientes y suelos. Los estudios demuestran que la misma funciona muy bien en suelos de diferentes texturas, tales como franco arenosos y arenosos francos del oeste de la provincia de Buenos Aires y del sur de Córdoba, en suelos franco limosos del sur de Santa Fe y hasta en suelos franco arcillosos de la provincia de Entre Ríos. Se comprobó su eficacia en el uso eficiente del agua, control de la erosión por agua (hídrica) y por viento (eólica), y en el mejoramiento de la fertilidad de las tierras.

La Siembra Directa mejora las propiedades físicas e hídricas del suelo, a través de la acumulación de materia orgánica y del mantenimiento de una estructura estable al impacto de las gotas de lluvia y de su porosidad.

El mejoramiento físico e hídrico de los suelos permite que la mayor parte del agua de lluvia se infiltre en el suelo y esté disponible para los cultivos, disminuyendo sensiblemente la pérdida de agua por escurrimiento superficial y la erosión. Esto se determinó a través del uso de un simulador de lluvia aplicando una lluvia de 60 mm/hora sobre suelos con rastrojos de trigo en Ramírez (Entre Ríos) y Arequito (Santa Fe) y con rastrojo de maíz en Bengolea (Córdoba), con texturas franco arcillosa, franco limosa y areno franca.

En comparación con suelos en labranzas convencionales, los planteos productivos bajo el Sistema de Siembra Directa, presentan mayor infiltración. Esto significa que en períodos de precipitaciones tienen mayor capacidad de captar el agua de lluvias y almacenarla, para el uso posterior por los cultivos.

 

A lo largo de distintas intervenciones en Congresos de nuestra Institución, el Ingeniero Agrónomo Rodolfo Gil –especialista en suelos de INTA Castelar– detalla que los planteos agrícolas, ganaderos o mixtos en siembra directa se caracterizan por dos aspectos fundamentales: la acumulación de residuos de cosecha en superficie y la no remoción del suelo. Ambos factores regulan directa o indirectamente el funcionamiento del sistema suelo-cultivo-atmósfera, modificando el balance de energía, agua y materiales orgánicos e inorgánicos.

De hecho, sistemas de no remoción del suelo con acumulación de residuos de cosecha en superficie como la siembra directa, permitirían disminuir la magnitud de los procesos erosivos. Una adecuada cobertura de rastrojos en superficie (superior al 60-70%) proporcionaría protección frente al impacto de las gotas de lluvia, disminuyendo la desagregación de las partículas y agregados (Marelli, 1998).

El aumento en la rugosidad superficial con mayores contenidos de residuos en superficie reduciría la velocidad del escurrimiento, minimizando su agresividad e incrementando la infiltración. Los residuos superficiales actuarían como pequenos diques que demoran el escurrimiento de agua y prolongan el tiempo para su entrada en el suelo (Reicosky, 2005).
Por otro lado, la no remoción del suelo en planteos de siembra directa conduce a una menor oxidación de la materia orgánica y a una mayor estabilidad de los agregados del suelo (Wright et al., 1999; Moráes Sá et al., 2001; Moráes Sá et al, 2005; Kennedy y Schillinger, 2006; Pikul et al., 2009), disminuyendo la susceptibilidad de la capa superficial del suelo al efecto disruptivo del impacto de las gotas de lluvia y la formación de costras o “sellado”.

Fuente: http://inta.gob.ar/documentos/la-siembra-directa-controla-la-erosion-y-mejora-la-fertilidad-del-suelo
http://www.ecoargentina.org/impacto-ambiental/siembra-directa.htm

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