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Jornada Aapresid en Trenque Lauquen: con el foco en la salud de los suelos

En la UPA Trenque Lauquen/Pellegrini se exploraron estrategias como el uso de residuos ganaderos y cultivos de servicios para mejorar el balance de nutrientes, salud del suelo y los rendimientos.

El 16 de febrero, en la estancia La Julia, se llevó a cabo la Jornada Un Productor en Acción (UPA) de la Regional Aapresid Trenque Lauquen/Pellegrini. Con varias estaciones a campo y disertación de especialistas, el evento apuntó sobre uso de efluentes de tambos y feedlots como fertilizante, cultivos de servicios y un repaso de las malezas que más afectan la región.

Cultivo de servicios: optimizando el uso del suelo y el agua

“En esta región de bajas precipitaciones y suelos arenosos, los cultivos de servicios tiene un efecto importante en la retención de agua”. resaltó el asesor Alfonso González. Con un total de 147 mm desde octubre a diciembre, en la Regional midieron la humedad disponible a la siembras del maíz tardío, siendo 103 mm cuando provenía de vicia villosa, 72 mm para la mezcla de vicia más centeno, 61 mm para centeno y 57 mm en barbecho. Esta tendencia también se trasladó al rendimiento, donde la vicia además aportó N, y al combinarse con gramíneas que aportan más C, logran que la liberación de nutrientes ocurra cuando el maíz puede captarlo.

Por su parte, Romina Fernández (INTA Anguil), desmitificó la eficacia de los barbechos largos, proponiendo alternativas más eficientes. En un ensayo de 10 años compararon el efecto de realizar soja o soja con centeno, aumentando el porcentaje de MO de 1,87% a 2,27%, pero además en las parcelas con CS, la soja rindió 500 kg más. Una opción interesante que propone para alcanzar esos valores en menos tiempo es sembrar centeno con vicia, quemar el centeno y cosechar la vicia en diciembre, generando una cama de siembra espectacular para alfalfa en otoño. Las altas evaporaciones a partir de septiembre en texturas arenosas, hacen que incorporar un CS acorte a un mes el barbecho, aumentando la eficiencia a un 80-90%.

Malezas, ayer hoy y siempre

Una temática que siempre preocupa a los productores es el manejo de malezas. Es por eso que la UPA incluyó la participación del especialista Camilo Montes (INTA General Pico), quien brindó un panorama de lo que muestran los relevamientos de malezas en la zona, donde Amaranthus, Rama negra, Euphorbia spp, Eleusine y Kochia (en ambientes salinos) son las más problemáticas. Las crucíferas continúan aumentando casos de resistencia en el O de Bs As y también preocupa el avance de morenita no solo en bajos salinos, sino también en zonas intermedias.

Uso de efluentes de tambos y feedlots como fertilizante natural

“Dentro de un esquema de economía circular, los residuos de tambo o feedlot pueden ser utilizados para incrementar la materia orgánica (MO) y los niveles de P” comentó Marianela Diez (INTA Villegas). Antes de su aplicación se debe compostar para obtener un producto final libre de patógenos y semillas de malezas, con partículas de tamaño muy pequeño y baja humedad.

Pero la especialista advirtió que si bien es un recurso que parita eficiencia y sustentabilidad, debe ser aplicado con criterio agronómico. En primer lugar, se debe conocer los valores de MO y P, pH y conductividad eléctrica (CE) del suelo. Luego, en base a los niveles requeridos por el cultivo y la calidad química del compost elaborado, se determina la dosis a aplicar.

En cuanto a los impactos sobre la salud del suelo, se observaron aumentos importantes de MO, Zn, Ca, K y cambios en el pH y la CE en pasturas por el uso de estos residuos. En el caso del N, el N disponible respecto del N total, en el primer año es el 30-40%, mientras que para el P, la disponibilidad es del 85-90%. “Aplicando 20 tn/ha de estiércol, pasamos de 8 ppm a 30-40 ppm a la cosecha del cultivo, en los primeros 20 cm” comentó la especialista. En cuanto a impactos en el rinde, si bien en maíz no hallaron diferencias en aplicar 10 ó 20 tn/ha, en soja esas 20 tn/ha elevaron el rendimiento relativo a un 26% por encima del testigo.

Por su parte, Graciela Varillas (INTA AER Trenque Lauquen) recomendó aplicar año por medio o todos los años, pero no más de 20 tn/ha. El momento más indicado sería 30-45 días antes de la siembra. Esto nos permite anticipar la disponibilidad de N para el cultivo.

Como experiencia, se aplicó en un lote de maíz, y se comparó su efecto con el crudo y la fertilización química. Sin embargo, por el marcado efecto de la sequía es de esperar que puedan verse las diferencias en el cultivo siguiente al maíz.