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La "Otra Tierra" en palabras de César Belloso

El presidente de la institución compartió con Clarín Rural la visión que nos trae el XXI Congreso.

La demanda de alimentos y energía tiene una exigencia creciente de indicadores de sostenibilidad del proceso productivo.La disminución de la biodiversidad, la degradación del suelo, el agotamiento de acuíferos, la contaminación, el manejo de los desechos, etc., se manifiesta como una preocupación por los habitantes del mundo, viralizada por la conectividad global.Se reclama la provisión de bienes y servicios con un uso racional y eficiente de los recursos.

El primer desafío que tiene la humanidad es un cambio cultural, un cambio en nuestra actitud,en nuestro accionar, dentro del sistema económico y sus etapas: Producción primaria-Industrialización-Distribución-Consumo y Deposición.
En cada una de ellas nos podemos ubicar como demandantes u oferentes y esto requiere un cambio de actitud en nuestros hábitos para hacer sostenible el desarrollo de la vida en el planeta.Comenzando por revisar, como demandantes,nuestro comportamiento en cada una de esas etapas.

Como productores sudamericanos de alimentos y bioenergía debemos hacer conocer que el 92% de la superficie agrícola del mundo se produce bajo el sistema de labranzas que remueve el suelo y lo deja sin protección vegetal en superficie (cobertura de rastrojos) exponiéndolos a procesos de erosión hídrica y eólica. Esto no es sostenible.
Solo hay alrededor de un 8% de la superficie agrícola, que se produce con ausencia de remoción de suelo y cobertura de rastrojos que dan parte de la respuesta que podemos implementar para una mayor sostenibilidad como productores. Ese 8% se ubica principalmente en América, donde Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay tienen más del 80% de su superficie agrícola en siembra directa (sin labranza).
La agricultura sin labranzas, con cobertura de rastrojos, aplicando Buenas Prácticas Agrícolas (rotación de cultivos, fertilización balanceada, manejo integrado de plagas, utilización de fitosanitarios de bajo impacto ambiental, etc.) integrada en el tiempo como un sistema biológico de producción, imitando a la naturaleza y sus procesos, es la respuesta que podemos dar como productores responsables.

Esta característica de sostenibilidad como proveedores globales no es cumplida hoy por vastas regiones agrícolas del mundo y nosotros debemos aprovechar esta circunstancia.
La demanda global de alimentos en cantidad y calidad es creciente. Las referencias mencionan una población mundial superior a los 9 mil millones hacia mediados de este siglo. Además el desafío es satisfacerla con sostenibilidad de los recursos naturales.
Actualmentela demanda de alimentos y energía, con el modelo económico productivo de los países desarrollados, requiere de más de un planeta si queremos satisfacerla. Las dificultades para sostener este modelo y sus consecuencias comienzan a manifestarse.
Mayor oferta de alimentos con sostenibilidad, es la consigna.

En nuestro próximo XXI Congreso Aapresid “Otra Tierra”www.aapresid.org.ar/otratierrapresentaremos, en las conferencias plenarias y talleres, con visión prospectiva y con foco en la oportunidad vigente para la comunidad Sudamericana como proveedor de alimentos en cantidad y calidad, con sostenibilidad.
En la Agenda Federal, espacio abierto a la comunidad, tendremos como objetivo la construcción de ciudadanía, reconocernos como protagonistas esenciales de los cambios que proponemos y queremos instalar. Es un espacio para plantear caminos a seguir y soluciones a los problemas o reclamos exhibidos, promoviendo la articulación público privada y la responsabilidad social en todas las actividades y circunstancias de la vida de las personas.

La comunidad agroalimentaria argentinatiene/tenemos una oportunidad de generar y proveer alimentos y energía renovables en cantidad y calidad, con sostenibilidad de los recursos naturales. Es necesario contar con reglas claras y estables, basadas en políticas públicas que promuevan la generación de riqueza, con un sistema tributario equilibrado y justo, fomentando la reinversión y alentando el crecimiento de actividades y servicios con agregado de valor para el desarrollo local, garantizando la seguridad alimentaria y minimizando factores negativos para el cambio climático, con un impacto favorable para toda la población.

Finalmente la sostenibilidad de la otra Tierra, las que nos queda, es posible. Si la enfocamos como Sistema, en forma integral, no importa en qué actividad estemos o donde vivamos, con un cambio de paradigma que nos permita poner el cuidado por delante del éxito. Esa será nuestra propuesta a compartir en la comunidad agroalimentaria en nuestro XXI Congreso Aapresid. Todo un cambio cultural.

Fuente: Clarín Rural