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8/3/23 00:00

8 DE MARZO, DÍA DE LA MUJER: Las mujeres del campo en nuestras vidas

Agricultoras, empresarias y educadoras, nos aportan más de lo que pensamos. En primera persona, Laura Fenes nos cuenta cómo concilia familia y campo, demostrando que todas pueden ser “guardianas de la tierra”.

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Foto: Laura Fenes: nuestra multifacética mujer productora.

Las mujeres son clave para la producción de alimentos. Representan más del 45% de la fuerza laboral agrícola en países en desarrollo. Trabajan como agricultoras, ganaderas, asalariadas, empresarias y educadoras, garantizando la seguridad alimentaria de sus poblaciones y generando resiliencia de las comunidades frente al cambio climático.

Atrás del café con leche y tostadas del desayuno, de la galletita que nos “clavamos” entre reunión y reunión, hay también mujeres productoras que lo hacen posible. 

Un día en la vida de una mujer productora

Laura Fenes, es ingeniera agrónoma y apasionada por el campo. Trabaja en su empresa familiar, que se reparte en campos cercanos a Rosario, Santa Fe. Allí cultiva trigo, maíz, soja y sorgo. Además es  profe de Biología y Forrajes en una  agrotécnica en Ricardone y en la Escuela Núcleo Rural Secundario Nro. 3401 en Rosario. 

Ningún día de Laura es igual a otro. El clima, la aparición de plagas o las tareas de siembra o cosecha, por ejemplo, marcan el ritmo de una planificación laboral, familiar y personal basada en el “día a día”. 

“Esta imprevisibilidad que significa cualquier trabajo con la Naturaleza representa un desafío para la organización diaria de aquellas mujeres que deben conjugar su vida de madre y empresaria”, señala Laura. 

“Una lluvia inesperada me obliga a repensar toda la dinámica familiar, en especial con mi hijo Mariano”. Por eso es fundamental contar con una red de sostén, en su caso con su marido Martín y su mamá, con quien enseguida “arma equipo”. 

Una vez organizado el día, la agrónoma parte en su camioneta, escoltada por sus dos perros que la acompañan a todos lados. Ya en el lote no duda en subirse de una al tractor, cosa que le encanta, aplastando cualquier prejuicio. “En mi caso siempre conté con apoyo e impulso para poder hacer lo que me gusta, pero creo es necesario romper con estereotipos, muchas veces muy instalados en familias rurales, de que lo agropecuario está reservado a los hombres”.

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Foto: Laura de recorrida con su mamá, compañera fiel.

Cuidar la tierra de todos

Laura pone mucho énfasis en producir de forma sustentable. Esto lo logra cultivando diversidad de cultivos, incluso con algunos que nunca cosechará y que sólo siembra con el objetivo de mejorar la fertilidad de los suelos, o generar un “colchón verde” que la ayude a combatir malezas de forma natural. En campos con mucha inclinación, donde el agua de lluvia puede escurrir a gran velocidad, construyó lomos de tierra perpendiculares a la pendiente, a fin de evitar que las lluvias se lleven y erosionen el suelo más valioso para producir.  

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Foto: Invierno, verano, con sol o con lluvia, ¡al campo se va igual!

“El motivo que me lleva como productora a cuidar el ambiente es muy simple: no me considero dueña de la tierra, me toca cultivarla por un tiempo ínfimo tras el cual pasará a las próximas generaciones, que la necesitarán para seguir produciendo alimentos y vivir”.  

“Como educadora y mujer, me gusta además empoderar a otras mujeres: “cuando vienen los maquinistas al campo acompañados de sus hijos varones, a quienes quieren enseñar el oficio - un poco en broma, un poco en serio - les pregunto: ¿cuándo vas a traer a tu hija?”, se ríe Laura.

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