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6/3/20 10:13

Estabilidad de rendimiento en maíz

Las brechas de rendimiento en torno al 40% y la creciente inestabilidad entre ambientes obligan a pensar en soluciones integradas. ¿Cómo reaccionan las empresas?

Las brechas de rendimiento de maíz en Argentina rondan el 40% y tienen una dispersión significativa dentro y entre regiones. La variabilidad es también grande entre anos, sobre todo en anos Nina.

Cuando se analiza la evolución del rendimiento en el tiempo, se observa una tendencia creciente entre 1990 y 2006, donde comienza un periodo de alta inestabilidad que se mantiene en la actualidad (Figura 1). Juan M. Ferreyra, líder de Market Development Corn and Sorghum de Bayer LATAM, explica que “en la zona templada del país, la brecha para alcanzar el rendimiento potencial con las tecnologías disponibles en secano (11.400 kg/Ha) es significativa, con un promedio real que, en los últimos 10 anos, fluctúa entre los 5.000 y 8.000 kg/Ha”.

Aquí cabe preguntarnos: ¿cómo reducir esa variabilidad interanual? ¿cómo estabilizar los rendimientos y aumentarlos en aquellos ambientes que hoy lo permiten?

Analizando los factores que determinan las brechas de rendimiento, se observa que el ambiente explica entre un 45% y un 71%. “Cuando hablamos de ambiente nos referimos a cuestiones como el momento de siembra y todo manejo que influya sobre las condiciones de luz, agua, temperatura, etc. a las que se expone el cultivo”.  El segundo factor que explica la variación del rendimiento es la densidad de plantas (del 10% al 22%), seguido por el nitrógeno (del 6% al 14%) y luego, por el manejo de insectos y enfermedades (del 3% al 9%).

“Entendiendo estos factores, uno de los caminos para reducir la variabilidad y las brechas en maíz es brindar soluciones integradas”, advierte Ferreyra y agrega: “ya no podemos entregar una receta sino que es necesario generar un valor que pueda cuantificar las interacciones”.

Así, la firma trabaja en distintos niveles: germoplasma, ambientes y prácticas agronómicas, todos lo que se cuantifican en soluciones integradas. Para la selección de germoplasma se trabaja bajo criterios de estabilidad y rendimiento. “En cuanto a ambientes trabajamos en niveles de: uso de modelos de simulación agronómica, productividad basada en monitores, uso de NDVI (previo y durante la campana) e integración de variables discriminatorias dentro del lote”. Respecto de las prácticas agronómicas evaluamos densidad x híbrido, densidad x N x híbrido, manejo bajo riego, espaciamiento entre hileras y fenología mediante modelización.

La importancia de trabajar con soluciones integradas es que permite manejar los ambientes, híbridos y prácticas agronómicas de manera conjunta para ofrecer ajustes diferenciales que permitan optimizar el uso de recursos en cada ambiente y disminuir la variabilidad dentro y entre lotes. “Por ejemplo, la fuerte interacción que vemos entre densidad x N x híbrido nos indica que no es acertado recomendar una densidad sin considerar los otros factores”, sentencia.

Para gestionar esta información Bayer cuenta con una herramienta digital de simulación (Cultivio), que según las condiciones ingresadas ofrece un rinde promedio para ese ambiente y probabilidades de encontrar rendimientos por encima o por debajo del mismo.  Luego de rankear los híbridos ajusta las recomendaciones de densidad, fertilización, etc. También ofrece una simulación del ciclo fenológico del genotipo y de las características defensivas del híbrido frente a ese ambiente.

Figura: evolución del rendimiento del cultivo de maíz entre 1990 y 2018 en la zona templada Argentina.

 

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Esta información fue generada en el marco del Equipo de Pensamiento Prospectivo (EPP) de Cultivos de Verano de Aapresid coordinados por José Luis Zorzín. Los EPP son instancias de debate integradas por socios y especialistas invitados. Para participar escribanos a [email protected] o [email protected] ¡Atención, los cupos son limitados!

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