19/2/13, 11:12
La sustentabilidad, eje central de la nueva agricultura
Se percibe una firme decisión entre algunas de las mayores empresas multinacionales de insumos por transformarla en una realidad concreta y verificable. AC en el eje.
El centro de investigación en Limburgerhof. Foto: BASF
LUDWIGSHAFEN, Alemania.- Además de proclamar la sustentabilidad de la agricultura, ahora, además, se percibe una firme decisión entre algunas de las mayores empresas multinacionales de insumos por transformarla en una realidad concreta y verificable, y en colaborar para que así ocurra.
Esta semana, durante una conferencia global realizada en esta ciudad del sudoeste de Alemania de poco más de 160.000 habitantes, y donde tiene el complejo químico integrado más grande del mundo (ver aparte), la companía Basf dio a conocer el camino que está recorriendo en esta asignatura.
"Hoy hay que alimentar bien al mundo y proteger el ambiente, porque si no se cuida el suelo no es posible un negocio sustentable", dijo allí Stefan Marcinowski, miembro del directorio mundial de la empresa anfitriona. "La sustentabilidad es nuestra columna vertebral para el futuro", anadió Markus Heldt, presidente de la división global Crop Protection de la empresa.
¿Y qué está haciendo la firma en esta materia? Una de sus líneas de trabajo es AgBalance, su método que apunta a medir la sustentabilidad de la agricultura y que incluye la vinculación con organizaciones, empresas y productores.
Ese método hoy toma en cuenta más de una cuarentena de indicadores de unas 16 categorías. Entre otros, allí hay indicadores que tienen vinculación con la sustentabilidad económica, social y ecológica.
Por citar un ejemplo, entre los indicadores ecológicos figuran algunos como el uso de agua, consumo de energía, consumo de recursos, balance de materia orgánica, compactación y uso de la tierra, por ejemplo. Con este desarrollo el foco es gerenciar la sustentabilidad. Y en esta materia la firma está mirando también a América latina, convertida en el segundo destino de sus ventas, detrás de Europa y apenas por encima de los Estados Unidos. Hoy el 26% de las ventas del negocio de protección de cultivos, que suma 4000 millones de euros, viene de América latina, en conjunto con Africa y Medio Oriente.
En la Argentina, por ejemplo, la companía ya está trabajando con AgBalance en el marco de una colaboración conjunta con Aapresid y Arcor, para llevar esta iniciativa hasta los alimentos mismos.
En Brasil, en tanto, la meta es hacer que la soja y la cana de azúcar sean más sustentables en relación con factores sociales y ambientales definidos.
Además, para el Viejo Continente la companía tiene investigaciones que bucean mucho en la forma en que los agricultores europeos podrían contribuir a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción de colza en el invierno.
Por otra parte, en China, el objetivo con este programa es, entre otros puntos, lograr una producción sustentable de tomate.
Agua, nitrógeno y sanidad
Pero hay más: Basf, que invierte más de un millón de euros por día en investigación y desarrollo en agro [del total de las ventas de agricultura, de 4000 millones de euros, un 10% son reinvertidas] anunció una nueva unidad de negocios para desarrollar soluciones para el manejo de los recursos y el estrés. Es la unidad Functional Crop Care, que se focalizará en tres áreas: manejo del agua, manejo del nitrógeno y manejo de la salud vegetal.
Vale recordar que con AgCelence la empresa ya tiene un sistema que apunta a ayudar a las plantas a superar condiciones de estrés mejorando sus mecanismos de autodefensa y potenciar el uso de los recursos disponibles. En India, en el marco de un programa amplio, la firma está trabajando par ayudar a los productores de soja local, que hasta hace unos anos tenían apenas el 33% del promedio mundial de rinde.
Sin embargo, en la empresa piensan que toda la estrategia global por la sustentabilidad tiene que ayudar a unir a dos puntas clave: los productores y los consumidores.
Al respecto, en la conferencia se presentó una encuesta que abarcó a 1800 productores y 6000 consumidores de Brasil, India, Estados Unidos, Alemania, Espana y Francia. El estudio reveló, entre otros puntos, que los consumidores están interesados por la agricultura y respetan a los productores, aunque suelen culparlos por los problemas ambientales.
Por el lado de los productores, en la encuesta ellos mismos piden productos amigables con el ambiente y que los consumidores estén dispuestos a pagar por una producción más sustentable.
El área Plant Science de la empresa está apuntando a traits que mejoren el rinde en línea con la sustentabilidad y busca llegar al mercado con productos con valor nutritivo. Como ejemplo de esto están los ácidos grasos omega 3-de cadena larga, conocidos como EPA y DHA, saludables para el corazón que ya encuentran plantas de canola.
10
kilómetros cuadrados
tiene el complejo químico que Basf tiene en Ludwigshafen y Mannheim, con el río Rin de por medio.
160
son las plantas
en ese polo químico, desde pinturas, agroquímicos a plásticos. Esas plantas están en 2000 edificios.
35.000
son los empleados
que trabajan allí. En todo el mundo tiene más de 100.000 empleados y factura 63.873 millones de euros.
Por Fernando Bertello
Fuente: La Nación
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