26/9/22, 00:00
¿Cómo medir la salud del suelo y qué hacer para mejorarla?
Aapresid junto a INTA y con el apoyo del Ministerio de Agricultura de Córdoba presentan los resultados de un proyecto orientado a conocer la salud de los suelos de la zona y definir estrategias de manejo para su recuperación.
En el extremo sur de la provincia de Córdoba, se desarrolla la Chacra Sur de Córdoba que tiene como protagonista al departamento General Roca, el de mayor extensión en la provincia y de una amplia variabilidad edafo-climática que hace que los productores estén sujetos a desarrollar actividades productivas diferentes.
En el 2019 surge este grupo de trabajo, con la participación del INTA, el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba y empresas como AGD, para abordar la preocupación sobre el estado de salud de los suelos. Ya existía una percepción del deterioro creciente pero era necesario establecer parámetros fáciles de medir a campo y umbrales de referencia que sirvieran a toda la comunidad para evaluar y corregir esos desvíos.
Contexto regional y situación de partida:
El departamento General Roca ha sufrido grandes cambios en los últimos 15 años. El desplazamiento de la ganadería hacia zonas marginales provocó una reducción del área de pasturas.
Los cultivos anuales típicos de la región como el girasol también han reducido enormemente su superficie, dando lugar al ingreso del maní, sin la incorporación de prácticas que mantengan el suelo vivo y cubierto para evitar posibles efectos negativos sobre el suelo.
“Ante estos cambios en el manejo nos preguntamos ¿cómo está la salud de nuestros suelos?¿cómo medirla con indicadores confiables para poder tomar mejores decisiones y así sostener o mejorar la capacidad productiva de los ambientes?” comenta Iván Puccetti, productor miembro de la Chacra Aapresid.
Del método científico al campo:
El primer paso fue identificar y caracterizar los distintos ambientes a través de parámetros como precipitaciones, textura, relieve, influencia de napa, entre otros.
En cada uno de esos ambientes se identificaron distintos esquemas de producción: planteos puramente agrícolas con y sin maní y esquemas agrícola-ganaderos con pasturas semipermanentes; y sistemas prístinos.
El desafío siguiente fue evaluar de forma precisa el estado de salud de cada uno de esos suelos y detectar posibles procesos de degradación. Para ello se definió un set de indicadores como susceptibilidad a la erosión, compactación, niveles de materia orgánica y fertilidad química. En paralelo, se midieron los mismos indicadores en suelos prístinos, es decir sin intervención humana, de manera de tener valores de referencia.
Este diagnóstico permitió detectar algunos problemas importantes, entre ellos balances negativos de nutrientes como P, S, Zn y procesos de compactación sub-superficial.
De la medición a la decisión
Ya lo decía William Thomson Kelvin, “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.
El equipo de la Chacra tenía bien clara esta premisa, pero luego de identificar y medir este set de indicadores, surgía el otro gran reto: “no sirve de nada un indicador si no tenemos con qué compararlo y saber si es bueno o malo (...) lo importante es que estén calibrados para los valores de la Argentina y avalados por trabajos de investigación”, aclara Juan Cruz Colazo de la EEA INTA San Luis.
Así, decidieron crear un “árbol de decisión”, con umbrales y rangos que permitan usar cada valor medido en una decisión de manejo concreta.
Se estableció por ejemplo un umbral de susceptibilidad a la erosión y se evaluó cómo los distintos manejos y situaciones acercan o alejan a los suelos de dicho umbral. Así, se establecieron criterios para ayudar a los productores a decidir entre intensificar, espaciar la siembra de maní o cambiar a sistemas con pasturas de manera de reducir al mínimo el riesgo de erosión.
Conocer la profundidad a la que se encuentran las capas compactadas sirve para planificar correctamente los cultivos y definir la necesidad de incluir herramientas como los cultivos de servicios.
29 de septiembre: la Chacra Sur de Córdoba de Aapresid lidera su taller de cierre
El próximo 29 de septiembre, este ambicioso proyecto de Aapresid junto a INTA, empresa como AGD y el Ministerio de Agricultura de Córdoba cierra su primer ciclo de tres años de trabajo mostrando todos los resultados en cuanto a diagnóstico de salud de los suelos y herramientas para mejorar la toma de decisión.
Pero este primer cierre solo es un “hasta luego”, ya que el taller también apunta a definir las líneas de trabajo a desarrollar en un segundo ciclo de 3 años.
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