5/8/25, 00:00
Nueva herramienta química para el manejo de malezas
Más presión, más resistencia, menos margen de error. En este contexto, una nueva alternativa que combina dos activos PPO podría marcar la diferencia frente a biotipos difíciles.
Esta nueva herramienta permite controlar un amplio espectro de malezas previo a la siembra de cultivos como soja, maíz, maní, trigo y cebada.
La necesidad de nuevas soluciones
En las últimas dos décadas, los sistemas agrícolas del cono sur se han beneficiado de tecnologías que permiten una siembra más eficiente, con menores costos y mayor potencial de rendimiento. Sin embargo, la simplificación de esquemas de control químico ha llevado a una fuerte presión de selección, favoreciendo la aparición de malezas resistentes.
Desde la aparición del primer biotipo resistente a herbicidas reportada en Argentina a finales de la década de 1990 hasta la fecha, se han reportado veintiocho (28) especies, y cuarenta y nueve (49) poblaciones resistentes, nueve (9) de ellas con resistencia múltiple a más de un modo de acción.
En ese contexto, el control de malezas se ha puesto en el centro de la escena de muchos productores agropecuarios, que cada vez más, demandan productos que se adapten al manejo integrado de malezas y minimicen el riesgo de generar resistencia. Para ello, el uso de herbicidas residuales en preemergencia se vuelve clave para acortar el ciclo de malezas difíciles. Además, su alta eficacia frente a una amplia gama de malezas ayuda a reducir el número de aplicaciones en comparación con los herbicidas sin efecto residual, lo que contribuye a reducir los costos laborales. Es por ello que, BASF Soluciones para el Agro lanzó en 2024, un producto innovador con tecnología anti-resistencia llamado Voraxor®, un herbicida para la desecación de malezas de hoja ancha y con excelente persistencia en suelo.
¿Cómo actúan los PPO?
Los PPO son herbicidas inhibidores de la protoporfirinógeno oxidasa que actúan destruyendo tejidos por acumulación de compuestos peroxidantes que dañan las membranas celulares en presencia de luz, generando fugas celulares, inhibición de la fotosíntesis y blanqueamiento de los pigmentos del cloroplasto. La respuesta de las plantas varía según la especie, dosis, estado fenológico y condiciones ambientales. Se utilizan principalmente para el control de latifoliadas anuales en pre y postemergencia, aunque algunos presentan eficacia limitada sobre gramíneas.
Su modo de acción es principalmente de contacto, con aplicación foliar y absorción radicular limitada. Sin embargo también se usan algunos activos en preemergencia, siendo absorbidos por las raíces y generando efecto residual
Herbicida inhibidor de la PPO con eficacia comprobada
Voraxor® es la combinación de Trifludimoxazin + Saflufenacil pertenecientes al grupo 14 de HRAC (Inhibidores de PPO) en una relación 1:2, que aprovecha lo mejor de ambos mundos. Por un lado, Saflufenacil le otorga un rápido poder de desecación. Por otro lado, Trifludimoxazin potencia el efecto en post-emergencia y permite una prolongada persistencia en suelo. Esto está dado por su baja solubilidad y alta estabilidad metabólica (DT50 = 27 días vs Flumioxazim DT50 = 20 días).
Se caracteriza por su versatilidad, ya que ha sido registrada para usarse en aplicaciones pre siembra en cultivos de soja, maíz, maní, trigo y cebada. Además, su poder de desecación y su persistencia hacen que pueda ser aplicado sobre malezas nacidas antes de la siembra, manteniendo el lote limpio hasta el cierre del surco. Otra característica destacable es su amplio espectro de control de malezas difíciles, tiene un marbete muy robusto con más de 26 especies en el cual no solo se destaca Amaranthus spp. sino también Conyza bonaeriensis, Conyza sumatrensis, Crucíferas, Gomphrena y Borreria.
Una característica importante de Trifludimoxazin es su estructura química diseñada para mantener su eficacia frente a mutaciones que confieren resistencia a los herbicidas PPO tradicionales. Su efectividad se destaca incluso ante mutaciones dobles en la enzima PPO2, como las comunes en las posiciones ΔG210 y R128G, donde otros herbicidas con el mismo modo de acción fallan. Esta capacidad se debe a que la molécula presenta un punto de unión adicional al sitio de acción de la enzima PPO, lo que le permite actuar rápidamente, causando necrosis y muerte celular.
En un trabajo reciente publicado en la revista Weed Science, Liliana Parra Rapado, Senior Principal Scientist Herbicide Agronomy en BASF, y colaboradores llevaron a cabo un ensayo para evaluar la eficacia de trifludimoxazin solo y en mezcla con saflufenacil frente a malezas de maíz y soja, tomando como referencia estándares de eficacia previamente establecidos.
Se evaluaron herbicidas PPO de uso común en soja (saflufenacil, trifludimoxazin, VORAXOR®, flumioxazin y sulfentrazone), junto a dos herbicidas de otros modos de acción ampliamente utilizados en el cultivo (dicamba y glufosinato). El objetivo fue comparar su eficacia en postemergencia, actividad residual en suelo, movilidad y comportamiento ADME (absorción, distribución, metabolismo y extracción).
Se observó que saflufenacil presentó alta movilidad en el suelo, acorde a su alta solubilidad en agua y bajo Koc, mientras que trifludimoxazin, con baja solubilidad y Koc alto, mostró baja movilidad y mayor retención en el perfil superficial del suelo. La combinación de saflufenacil + trifludimoxazin que encontramos en Voraxor® logró una buena cobertura superficial y distribución en el perfil de suelo (Fig. 1).

Figura 1. Ensayo de movilidad en suelo. Cada herbicida cuenta con dos repeticiones. Se utilizó Nasturtium officinale ”berro de agua” como bioindicador. Fuente: Parra Rapado et al. (2025). Kixor® (conocido localmente como Heat®, Saflufenacil), Tirexor® (Trifludimoxazin,) y Voraxor® son marcas registradas de BASF.
Con relación a la absorción foliar de los herbicidas, se demostró que la formulación combinada de saflufenacil y trifludimoxazin mostró mejor absorción y estabilidad que los activos aplicados individualmente. Por un lado, Saflufenacil mostró mayor absorción (~50%) y baja su estabilidad y translocación. Y, por otro lado, Trifludimoxazin tuvo menor absorción (~20%) pero excelente estabilidad metabólica, aunque no translocó hacia la raíz.
Conclusión: una opción más para un problema complejo
La evidencia científica respalda el uso de trifludimoxazin como una alternativa robusta dentro de los inhibidores de PPO, tanto en aplicaciones postemergentes como en esquemas preemergentes con actividad residual prolongada.
En un escenario donde las malezas resistentes desafían año a año los esquemas tradicionales de manejo, esta nueva herramienta química se presenta como estratégica, ofreciendo control prolongado, amplio espectro y efectividad incluso frente a mutaciones resistentes a PPO tradicionales.
Referencias bibliográficas
Parra Rapado, L., Kölpin, F. U. G., Zeyer, S., Anders, U., Piccard, L., Porri, A., Asher, S. (2025). Complementary activity of trifludimoxazin and saflufenacil when used in combination for postemergence and residual weed control. Weed Science, 73(e14), 1–11. https://doi.org/10.1017/wsc.2024.92.
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