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12/9/17 15:19

Pioneros: la siembra directa festeja sus 40 años en Argentina

En los primeros días de septiembre de 1977, se realizó la “Primera reunión técnica de cultivos sin labranzas”. Hoy, el 95% de la superficie agrícola argentina se siembra con ese sistema.

 

Argentina es pionera a nivel mundial en el uso de la siembra directa, un sistema que beneficia a los suelos porque disminuye la erosión y aporta más materia orgánica que la labranza tradicional, y que comenzó a pensarse hace 40 anos, en Córdoba.

Según recordaron desde el INTA Marcos Juárez, entre el 1 y el 3 de septiembre de 1977 se realizó en el Club Argentino de esa ciudad la “Primera reunión técnica de cultivos sin labranzas”, en la que se realizó el intercambio de las primeras experiencias en siembra directa, el sistema que hoy utiliza más del 90% de los productores argentinos.

[caption id="attachment_16893" align="alignnone" width="565"] Pioneros: Imagen de la primera reunión sobre "cultivos sin labranza", en 1977 (Inta Marcos Juárez)[/caption]

Alfredo Lattanzi, quien junto a Hugo Marelli, Mario Nardone y Osvaldo Signorile fueron pioneros en el uso de esta técnica y, por ello, fueron distinguidos durante el XXV Congreso de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), rememoró que “la reunión se hizo para juntar toda la información que había disponible no sólo en el Inta Marcos Juárez sino también en estaciones de la institución en las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Chaco,  y a la vez muchos técnicos y productores interesados por conocer en profundidad de qué se trataba el tema”

“Nos pusimos al día y todos quedaron muy motivados, esto sirvió para ampliar la cantidad de ensayos en distintos lugares del país y fue el germen de las posteriores reuniones en 1979 y con el tiempo decantó en la creación de Aapresid”, resumió.


La genésis

Según Lattanzi y Marelli, la siembra directa nació como una respuesta principalmente contra los problemas de erosión.

Comenzó a pensarse hacia 1968, cuando ingenieros de Córdoba y Santa Fe se encontraban desarrollando trabajos en conservación de suelos con el objetivo de controlar la erosión hídrica en la cuenca del Río Carcaraná, en un momento en que comenzaba a aparecer un nuevo cultivo que generaba preocupación: la soja.

[caption id="attachment_16894" align="alignnone" width="567"] Pioneros: Hugo Marelli y Alfredo Lattanzi, dos de los técnicos que hicieron posible la siembra directa (Inta Marcos Juárez)[/caption]

“La zona tenía esa problemática pero el sistema de siembra de la soja en esos tiempos era con mucha labranza, lo cual agravaba la erosión. Y al trabajo de terrazas y desagües se sumó hacer experiencias en siembra directa de maíz con un sistema bastante rudimentario”, senalaron Lattanzi y Marelli. 

Para perfeccionarse, los técnicos realizaron un viaje de capacitación a Estados Unidos que motivó los primeros ensayos en el Inta Marcos Juárez de este sistema.

Primeros ensayos

“Fueron ensayos exploratorios de lo que llamábamos por entonces cultivos sin labranza, con diferentes tratamientos y disenos estadísticos generados en la Estación, y como complemento una red de ensayos en una franja que iba desde General Cabrera a Casilda, sobre soja y otros cultivos para ver cómo era el comportamiento de la experiencia bajo diferentes condiciones climáticas y distintos suelos”, explicó Marelli.

Y anadió: “Si bien queríamos ofrecer ese sistema para la paliar en parte la erosión hídrica también la intención era saber qué pasaba con algunas variables físicas y químicas en ensayos de trigo/soja, de rotaciones con distintas secuencias, soja-soja y maíz-maíz, que permitieron cuantificar la evolución de la materia orgánica”. 

[caption id="attachment_16892" align="alignnone" width="565"] Primeros ensayos: un prototipo de sembradora aportado por la firma Schiarre (Inta Marcos Juárez)[/caption]

Empresas

Estos primeros ensayos tuvieron un apoyo especial de la empresa Duperial que proveía el producto Gramoxone para combatir las malezas porque “ése era el cuello de botella, especialmente el rebrote de gramíneas además del trigo guacho en soja”, precisó Marelli.

También hubo un significativo apoyo de fabricantes de sembradoras como Agrometal, Migra, Gherardi y Schiarre: “Con ellos realizábamos modificaciones para lograr sembrar sobre el suelo cubierto con rastrojo, desde los abresurcos a la cuchilla ondulada, pasando por la barra portaherramientas que se colocaba delante de una sembradora de grano grueso en tren”.

Lo logrado a lo largo de estas cuatro décadas sorprende a estos pioneros. “Uno nunca piensa qué trascendencia puede tener la cosa, lo que básicamente queríamos hacer era solucionar el problema de la erosión que causaba el cultivo de soja. Nadie preveía que se iba a terminar implementando en casi el 95 por ciento de la siembra bajo ese sistema. Le debemos mucho al entusiasmo de los técnicos y los productores que se sumaron a este nuevo sistema experimental”, resumió Lattanzi.

Fuente: Agrovoz
http://bit.ly/2h0DxVT

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