17/2/23 00:00

Silaje de maíz en un año complejo: ¿cómo hacer rendir al máximo?

La sequía que afecta los maíces también tiene su impacto en la producción de silaje y obliga a tomar recaudos para mantener volumen y calidad. 5 parámetros a no descuidar.

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La actual campaña viene muy heterogénea en lo que respecta a maíces para silo. La sequía y las altas temperaturas afectaron al cultivo en distintos momentos e intensidad, lo que dificulta hacer una única recomendación que sirva para todas las situaciones.  

Sin embargo, los bajos rindes esperados, la falta de llenado de granos y la pérdida de plantas en pie, obligan a tomar recaudos para  no perder calidad ni volumen en el silaje, en especial en aquellas zonas donde se llegó a formar grano. En Agenda Aapresid, el asesor Pablo Cattani, repasó algunos parámetros a tener en cuenta.

Para empezar, Cattani advierte que la sequía no solo afecta la confección del silaje sino los recursos forrajeros en general, que este año serán escasos por pérdida de las pasturas de alfalfa sembradas en primavera y por reducción de rindes. 

1. Rango de humedad

Es necesario tener nutrientes solubles dentro de la planta. La recomendación es no hacer un silo por debajo de 30 - 35% de materia seca (MS) ya que por debajo de esos valores hay pérdida de efluentes que son los que aportan digestibilidad de la fibra. Respecto al límite máximo para picar, no debería ser mayor a 42 - 45% de MS porque al no tener grano también se pierde mucha digestibilidad. 

2. Altura de corte o picado

Según la severidad con que la sequía afectó al maíz, puede optarse por picar a mayor altura, por ejemplo, por encima de la inserción de la primera hoja o aún más alto para concentrar más MS y mejorar la digestibilidad. Pero aca Cattani advierte que asumir ese riesgo puede implicar alejarse de la parte basal de la planta - que es donde se aloja la fibra - y sacrificar volumen. 

3. Tamaño de picado

En el caso de silos bolsas se pueden mantener los tamaños de picado habituales, pero en silos aéreos hay que tener en cuenta que el material va a ser un poco más esponjoso, y en ese caso el tamaño se puede reducir. Para ponerlo en números, si el picado normal es de 1,5 cm se podría llevar a 1,2 cm, pero nunca por debajo del centímetro para seguir teniendo ‘rumia’. 

4. Estado fenológico

Lo ideal es picar el maíz en el momento donde pegó el estrés. Si se logró formar algo de grano duro, se puede cortar por encima de media línea de leche y agregarle un partidor de grano, pero la clave radica en saber de dónde vienen los nutrientes y conocer la digestibilidad de los cultivos para saber actuar en consecuencia.

5. Almacenamiento

Siempre hay que pensar hacia adelante, es decir, el forraje actual va a ser consumido por el ganado al siguiente año. Las preguntas que debemos hacernos son: ¿cuántos animales voy a suplementar?, ¿qué categorías van a comer silaje?, ¿cuántos kilos por animal? y ¿durante cuántos días?. A partir de allí se puede dimensionar el almacenamiento de acuerdo a la tasa de extracción o uso. 

Inoculantes con sequía ¿conviene o no?

Es importante conservar todos los carbohidratos solubles que sean nutrientes digestibles para la nutrición animal. Por lo tanto, cuanto más fácil y rápida sea la fermentación menos carbohidratos se gastan. Para tener una idea, una fermentación láctica consume de 4-5 a 8% de carbohidratos solubles y una fermentación acética por encima del 30%. 

En este sentido, el inoculante no sólo ayuda a la fermentación sino también a mantener el valor nutricional de la fibra, preservando carbohidratos y aumentando la digestibilidad del forraje. 

“Todo lo que hagamos para ayudar a la fermentación del silo, nos va a venir más que bien”, remata Pablo. En años donde los maíces rinden poco, los costos son altos, y no cosechamos ni los kilos ni los nutrientes que habíamos planificado, sumar un costo adicional a ese silo a veces suena descabellado, pero es en los años difíciles cuando más tenemos que invertir para pasar ese mal trago.