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24/1/22 00:00

No se tira nada: manejo y uso de efluentes en ganadería

Su uso como biofertilizantes permite incrementar los niveles de N y P del suelo y obtener mayores rendimientos en los cultivos sucesores, resultados que se observan también en las campañas siguientes.

Reviví este segmento de Agenda Aapresid acá.

Foto: Aplicación de efluentes con canón sobre un lote de cultivo de servicios picado. Fuente: Santiago Guazzelli.

En los sistemas ganaderos los efluentes eran un problema importante, principalmente desde el punto de vista ambiental, hasta que se descubrió que con distintas prácticas se pueden manejar correctamente y hasta obtener beneficios de triple impacto -ambiental, económico y social- a partir de ellos. 

El pasado 19 de enero, en Agenda Aapresid se analizaron distintos aspectos relacionados al manejo y uso de estas prácticas. En esta oportunidad se convocó a Javier Williams (gerente de agricultura de Las Chilcas), Santiago Guazzelli (socio Aapresid perteneciente a la Regional Tandilia) y Juan Kabusch (líder comercial de Ecomanagment), quienes contaron su experiencia en la temática.

Economía circular y manejo de efluentes en diferentes escalas

El establecimiento “Las Chilcas” se encuentra ubicado al norte de la provincia de Córdoba y en él se lleva adelante un esquema de producción mixto, con producción porcina (500 madres), feed lot (engordan 32.000 animales al ano, en dos ciclos), destilado de alcohol y 10.000 ha de agricultura, de las cuales el 55-60% corresponde a maíz.

Originalmente los residuos del feedlot era un problema porque significaba un estrés para los animales, destacó Williams. Actualmente, los efluentes generados se reparten en 600 hectáreas, en aplicaciones de 20 tn/ha de estiércol. Las mismas tienen un 50% de materia seca y, a pesar de que es variable, se estima que en promedio aportan 100 kg de N y 50 kg de P por hectárea.

“Los resultados en rendimiento son muy favorables”, afirmó. El primer ano las aplicaciones se realizaron en un lote que iba a trigo y tuvieron 10 qq de diferencia con respecto a lotes sin aplicar. “Venimos teniendo resultados no solamente el ano puntual de aplicación, sino en los anos siguientes seguimos teniendo respuestas”, agregó. Dos anos después, en el mismo lote hicieron maíz y tuvieron 18 qq de diferencia. Incluso han observado que las respuestas se potencian al aplicar una combinación de estiércol y urea. 

Sin dudas, el manejo de efluentes forma parte de un ciclo de economía circular, donde una actividad potencia a otra. Williams dió un pantallazo de cómo funciona el ciclo en “Las Chilcas”. La agricultura le entrega maíz a tres actividades: la granja de cerdos, la destilería de alcohol y al feedlot, como grano y como silo picado. Luego, el biodigestor recibe el purín proveniente de la granja y los efluentes más puros (sin tierra) del feed lot. Por otro lado, la vinaza liviana, un residuo de la planta de alcohol, también va a un biodigestor, que genera gas -que realimenta a la planta de alcohol- y el residuo de este digestor se utiliza para regar con un canón regador. A su vez, la destilería de alcohol tiene otro residuo, la burlanda, un alimento proteico que sirve como insumo del feed lot. Finalmente, “la parte sucia” del feed lot (con tierra) y lo que sale del biodigestor, se reparte con esparcidores de estiércol sobre los lotes de maíz, cerrando el ciclo de economía circular, donde no se tira nada.

Por su parte, Santiago Guazzelli de la Regional Tandilia de Aapresid, comentó que la idea de aprovechar los efluentes surgió ante la necesidad de “sacarse un problema de encima” y tuvieron una respuesta positiva desde el primer ano, donde cosecharon un maíz con una respuesta del 25 % más de rendimiento que otros lotes.

Guazzelli detalló que llevan adelante un sistema mixto, donde el 80% del maíz que producen se destina al criadero de cerdos, compuesto por 450 madres, y el resto como suplemento a campo para la ganadería. Por otro lado, en el establecimiento tienen lagunas de decantación, que les permiten aplicar 13.000 m3 de efluentes en láminas de 32 mm sobre unas 40 ha, lo cual significa refertilziar el 10% de la superficie de maíz. Dentro del plan de rotación, al sexto ano vuelven con el riego al mismo lugar, agregó.

“Seguimos viendo el efecto de la fertilización después de varios anos”, observó Guazzelli. En cuanto a nutrientes, dos anos después de la aplicación midieron un 36% más de N que en el lote no aplicado y en el tercer ano un 34 % más. “El P se estabiliza en el segundo y tercer ano, con un 40% más con respecto a los lotes no aplicados” apuntó. 

Como contraparte, con respecto a la producción inmediata de cultivos de fina luego de la aplicación de efluentes, Guazzelli comentó que no han tenido buenas experiencias porque se vuelcan, probablemente por exceso de N. Sin embargo, el segundo ano después de la aplicación obtuvieron 12% más de rendimiento, con respecto a lotes no tratados y corregidos con P y N.

Con respecto a los cuidados a tener en cuenta para el uso de efluentes, Guazzelli recalcó que es clave la dosificación de riego para evitar que se formen arroyitos y encharcamientos y que los excesos se vuelquen a la napa. Por otro lado, si queda mucha agua en superficie también puede existir volatilización del N, agregó. Puntualmente en el caso de efluentes de porcinos, remarcó que la dosificación es clave ya que tiene una alta conductividad eléctrica, que puede afectar al suelo.

Los beneficios de la economía circular: triple impacto

Ecomanagment es una empresa que brinda desde asesoramiento hasta ingeniería en las herramientas de infraestructura para poder recoger, acondicionar y aplicar los residuos de la industria pecuaria. Se basan en el concepto ”de suelo a suelo”, que consiste en aprovechar al máximo los residuos y devolver al suelo lo que queda.

Kabusch reflexionó que la aplicación de esta práctica produce múltiples beneficios, que denominan de triple impacto: ambiental, económico y social.

Por otro lado, para que crezca la adopción de estos proyectos, enumeró una serie de condiciones que deben darse. En primer lugar, un cambio de paradigma: “entender que si yo lo aprovecho no es un problema, sino un retorno económico y que tiene un valor”, resaltó. En segundo lugar, destacó que es necesario brindar herramientas para que la actividad sea cada vez más eficiente. En este sentido, aclaró que no hay una única solución y cada campo es un caso con requerimientos particulares. Finalmente, a pesar de que existen programas de financiamiento, Kabush remarcó que hoy es el punto crítico y que para que exista mayor adopción de estas tecnologías, sería interesante contar con opciones más atractivas.

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